sábado, 22 de abril de 2017

Lágrimas de cocodrilo en medio de algo más que una charca de ranas

Hace unos días Esperanza Aguirre le soltó a Manuela Carmena durante un debate en el pleno del ayuntamiento madrileño algo así como que "en política se viene llorado". Quería mostrar con sus palabras que ella es una persona fuerte e implacable, que es lo que, al parecer, se correspondería con quienes se mueven en el mundo de la alta política. Anteayer, sin embargo, la mujer se quebró cuando estaba haciendo unas declaraciones acerca de la detención de su protegido Ignacio González. Lo consideraba lamentable, tanto como si sí o como si no. Cinco años antes al mismo González también se le quebró la voz cuando tomaba posesión de su cargo como presidente de la Comunidad de Madrid, después que Aguirre dimitiera por los casos de corrupción que empezaban a aflorar. Después de tanto llanto del uno y de la otra está claro que la lideresa no ha cumplido con su propia advertencia. Lágrimas de cocodrilo en medio de algo más que una charca de ranas.