jueves, 20 de abril de 2017

La detención de Ignacio González, una prueba más de la corrupción sistémica y sistematizada de su partido

Al parecer se lo temía y lo había avisado a su familia. Ayer fue detenido. Si salió indemne del asunto del ático de lujo en Marbella, no ha sido así en lo de la empresa de aguas Canal de Isabel II. Decían que era la joya de la corona del chiringuito del PP en la comunidad de Madrid. Dotada de un presupuesto supermillonario, se han dedicado a saquearla descaradamente, invirtiendo en países lejano mediante compras caras para luego venderlas baratas y quedarse con la diferencia. 

Y ahí estaba Ignacio González, uno de los hombres fuertes del PP en Madrid, que fue presidente de esa joya financiera, consejero de la Comunidad y finalmente su presidente. Elegido cuando su protectora, Esperanza Aguirre, se vio obligada a dimitir por la corrupción en su partido. Leer su historial político es hacerlo sobre una sucesión de escándalos. Y siempre, con el dinero de por medio. Dinero público, claro, del que luego se han ido apropiando personalmente para enriquecerse y han desviado parte para financiar a su partido. Lo que se sospechaba, ahora está resultando más que evidente, como se desprende de las actuaciones policiales y judiciales. 

Es uno más de tanta gente que no ha parado de hacer uso de lo público para expoliarlo. La misma gente que se ha dedicado a decir que la gestión privada es más eficaz. Que vivíamos por encima de nuestras posibilidades. O que cuando se les ha pillado, airean cosas como que en todos los partidos existe o que se trata de algunas ranas. Eso, cuando no mienten, niegan o se salen de rositas en procesos judiciales.

Nombrar comunidades como la de Madrid, la valenciana, Murcia, Baleares... ya huele mal cuando se menciona lo de la corrupción. Nombrar a Púnica, Gürtel, Brugal... no es hacerlo de algunas marcas comerciales. Nombrar a Rato, Bárcenas, Soria, Mata, Granados, Barberá, Camps, Fabra, Cotino, Castedo... es hacerlo de una pléyade de dirigentes de un partido y altos cargos públicos que han hecho y/o han dejado hacer lo que han querido. Forman parte de una lista mucho más larga que llega hasta el último rincón de cualquier pueblecito perdido quién sabe dónde. 

Seguro que irán saliendo más nombres. Está por ver, no obstante, si quienes estaban por encima se encuentran entre ellos. Ya se sabe, los de Rajoy, Aguirre, Ruiz Gallardón...  Cabezas de un partido más que manchado por la corrupción sistémica y sistematizada.