Ayer anunciaron que el 26 de marzo Susana Díaz iba a hacer pública su presentación como candidata a las primarias de su partido. Parece algo rocambolesco, pero es real. La noticia la divulgaron numerosos medios de comunicación, de prensa, radio y televisión, y hoy El País lo hace a bombo y platillo en su portada, como si fuera una noticia superlativa. ¿Qué hará el día 26 o el 27, cuando ocurra lo anunciado? ¿Y si ganara las primarias?
En fin, se trata de un operación que busca reforzarla como candidata, teniendo en cuenta las debilidades que tiene en estos momentos. Las mismas que le han llevado a amagar sin decir ni sí ni no. No debemos olvidar que en su partido sólo cuenta con fuertes apoyos en las altas esferas del aparato, con los pesos pesados de otro tiempo y de una parte de las baronías. Entre la militancia lo tiene muy difícil por ahora y entre su electorado, también. Los sondeos que se están publicando la sitúan no sólo por debajo, sino de lejos, sobre sus competidores. E incluso recibiendo el apoyo de los electorados de los partidos de la derecha, que son los que más la valoran.
Díaz representa por ahora la única opción del sistema por tener un PSOE controlado. De ello ya se están encargando, entre otros poderes, determinados medios de comunicación, con El País a la cabeza. El mismo partido que permitió que el PP siguiera gobernando, previa operación de descabezamiento. Claro que el precio a pagar, como le está ocurriendo a otros partidos de la misma familia, va a ser con toda seguridad su propia ruina, su insignificancia o quién sabe qué otra cosa, en ningún caso positiva para el partido. A ella, que es muy bética, se le podría añadir aquello de "manque pierda".