viernes, 25 de marzo de 2016

Cruyff, genio y maestro del fútbol

Entre los grandes de los jugadores de fútbol que ha habido, sin contar a Messi, el primero del que he seguido su trayectoria en su totalidad ha sido Johan Cruyff (Crujiff, en la grafía neederlandesa). Lo que sé de Alfredo Di Stéfano es más de oídas o de lecturas, aunque algo de él he podido ver en algún partido suelto recuperado para la televisión y, sobre todo, en resúmenes. Algo más sé de Pelé, de quien, ante todo, disfruté de su enorme mundial de México de 1970. Y por supuesto, Maradona, un jugador de mi generación, intermitente en su rendimiento y capaz de lo más prodigioso, como hizo en el mundial de México de 1986. 

De Cruyff he tenido el gusto de conocerlo como jugador ya desde sus memorables tiempos del Ajax de Amsterdam, luego en el Barça y, paralelamente, como cabeza de su selección nacional, la conocida como Naranja Mecánica del mundial de Alemania de 1974. Habiendo llegado a tanto como artista en el césped, después, en otra etapa de su vida ya como entrenador, ha marcado una manera de entender el fútbol que me atrevo a considerar como la más moderna de las existentes.


Tengo el recuerdo del muchacho delgado que destacaba desde finales de los sesenta en su club de origen y formación, el Ajax, donde entrenaba otro genio, Rinus Michels. Lo recuerdo 
vagamente en la final europea fallida de 1969, goleado su equipo por el Milan, pero más nítidamente en la sucesión de tres copas de Europa en que su equipo dominó el periodo entre 1970-73. La fama que alcanzó lo llevó, en una mezcla de intereses personales y de su club, a buscar otros horizontes, donde el dinero se tornó en la preferencia. Por eso recaló en el Barça, que pujó muy fuerte. Allí se reencontró con Michels y sirvió de revulsivo a un club muy necesitado de la gloria perdida tras el vacío dejado por Kubala y la larga sequía sufrida por la hegemonía de su eterno rival, el Real Madrid. 


Y en el Barça Cruyff cumplió a medias. Sin dejar de ser un genio, sólo en la primera temporada consiguió su único éxito con el campeonato de liga 1973-74, que tuvo como añadido la gesta simbólica del 0-5 en el estadio Santiago Bernabeu. Lo que vino después fue más de lo mismo de los años anteriores para el club, incluida la decepción de la eliminación por el Leeds en las semifinales de la Copa de Europa. 


1974 pudo haber sido el año perfecto para Cruyff y la selección de su país, que tuvo a Michels como seleccionador. Fue el año del mundial de Alemania y, tal como se fue desarrollando, parecía que iban a conseguir la plenitud. Pero no fue así, pese a la puesta en práctica de un estilo de juego único y desconocido hasta ese momento, al que se le dio el nombre de fútbol total. Una concepción basada en la conjunción de potencia, polivalencia, coralidad y verticalidad. La presencia de Cruyff fue decisiva, porque aportó como nunca su dosis de genialidad: rapidez, movilidad, amagos, cambios de ritmo, visión de juego, personalidad... Todo, excepto que en el partido final los Cruyff, Neeskens, Rensenbrink, Rep, Krol y compañía acabaron sucumbiendo ante los Beckenbauer, Mueller, Overath, Hoeness, Keynckes, Breitner...


Durante estos años Cruyff fue protagonista de varios episodios, algunos extradeportivos, que ofrecieron una personalidad singular. Fue conocido su contencioso por el número del dorsal de su camiseta, algo que con el tiempo le acabó dando la razón. Teniendo el 14 como favorito, se vio frenado por la rigidez de una norma que obligaba a la numeración del 1 al 11 entre quienes saltaban inicialmente al campo. De tinte político fue su pulso con el régimen franquista después que pusiera el nombre de Jordi a su hijo nacido en Barcelona. Prohibidos todavía los nombres en catalán, hubo de registrar el de su hijo en su propio país. También de esos años se cuenta que uno de los motivos para no acudir al mundial de Argentina de 1978 fue la vulneración de los derechos humanos por parte de la junta militar del país. Pero esto es algo que él mismo ha negado con posterioridad.


Después de un ir venir entre EEUU, España (en el Levante) y Holanda, donde rentabilizó su prestigio con un esfuerzo menor a cambio de dinero, acabó colgando las botas y dio paso a su segunda etapa, ya como entrenador. De nuevo fue el Ajax donde se inició y con éxito. Ganó una Recopa, pero, ante todo, sentó las bases de su concepción del fútbol: la cantera y el gusto en el tratamiento del balón. Heredó lo que había mamado desde muy joven en su país, especialmente con Michels, pero le dio los retoques necesarios para empezar a crear su propio estilo. 


Y fue en el Barça donde lo consiguió en su plenitud. Llegado en 1988, hubo de esperar dos para que empezara a hacerse realidad. Dos años necesarios para que madurara y se entendiera lo que pretendía, no sin que fuera motivo de suspicacias. Lo que le siguió fueron una Recopa (1990), cuatro ligas consecutivas (1990-94), una Copa de Europa (1994) y hasta una final perdida (1994). Y su nombre, el Dream Team, copiando su homónimo de la selección olímpica estadounidense en los Juegos de Barcelona 92 (con los Johnson, Bird, Malone, Ewing, Jordan...). 


Con Cruyff llegó algo nuevo. Su trabajo con la cantera se basó en una nueva escuela de formación desde las categorías inferiores. Aprovechó lo que ya había con Amor, Milla, Guardiola, Ferrer, Sergi, Nadal...; y sentó las bases de futuro en Celades, De la Peña o Xavi. En su gusto por el tratamiento del balón se prodigaron en los entrenamientos los rondos para perfeccionar la rapidez y la precisión en la circulación del balón. Optó por ello por el talento, donde cupieron los Laudrup, Stoichkov, Guardiola, Begiristain, Romario... Mostró un inusitado descaro ofensivo, para lo que jugó con frecuencia con tres defensas, prefiriendo, por ejemplo, ganar por 5-4 en vez de por 1-0. Cultivó la figura de un medio centro creativo mitad vigilante y mitad creativo, que inició con Milla y siguió con Guardiola. No desechó a los bajitos, como los defensas canteranos Sergi y Ferrer o los Beguiristain, Bakero, Eusebio, Goicoechea, Onésimo... 


El fútbol total más físico de la Naranja Mecánica evolucionó hacia un fútbol total donde el mayor talento dio lugar al virtuosismo. Un fútbol más creativo, más imprevisible y más estético, en suma. Inauguró, así, una nueva era, que ya en el siglo XXI. En el Barça, primero, con 
Rijkaard, que ha hecho de puente en sus dos continuadores más aventajados, antiguos jugadores suyos: Guardiola, artífice de la cumbre futbolística del Barça  con tres ligas, dos copas de Europa y el pleno de 6 competiciones en 2009, ahora en el Bayern (dos bundesligas); y Luis Enrique, con una liga, una Copa de Europa y un total de 5 competiciones en 2015.

Hay, así mismo, una derivación en la selección española. No podemos olvidar que sus éxitos entre 2008 y 2012 (dos eurocopas y un mundial) no se explicarían sin la base de los jugadores del Barça o formados en su cantera. Y en esto Cruyff ha tenido mucho que ver.


Cruyff  ha sido un genio como jugador y un maestro como entrenador. Con su muerte se va una persona, pero no así una forma de entender el fútbol. Una pena para quienes amamos el fútbol y su apuesta por la belleza. Lo que Pier Paolo Pasolini denominó la visión poética del fútbol. 


Post data

En la edición del domingo 26 de marzo de la revista digital Sin Permiso han aparecido dos breves artículos, a modo de obituarios, de Guillem Martínez y José Luis López Bulla. El segundo, quien fuera el primer secretario general de CCOO de Cataluña, ha titulado su escrito "Cruyff y la Asamblea de Catalunya" y en él nos cuenta un hecho ocurrido a finales de 1973 relacionado con la lucha que estaba llevando a cabo la oposición al franquismo. Concretamente, tras haberse producido la detención de varios miembros de la Asamblea de Cataluña, el organismo unitario que englobaba a la mayor parte de los grupos políticos de oposición, se le pidió a Cruyff que hiciera algún gesto para facilitar la liberación de los detenidos. Y el jugador, recién llegado a Barcelona, no lo dudó, haciéndoles llegar una foto suya con la dedicatoria: "A los aficionados del Barça que no pueden acudir al Camp Nou, deseando que pronto puedan ver los triunfos del club".