La candidata del PP a la Junta de Extremadura, María Guardiola, saltó a la actualidad tras las elecciones autonómicas por su negativa a que Vox entrara en el gobierno de su Comunidad. Fue tajante cuando dijo: "No puedo
dejar entrar en el Gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, los
que usan el trazo gordo, los que están deshumanizando a los inmigrantes, a
quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI...". Pese a las presiones que empezó a recibir desde su propio partido y los medios de comunicación conservadores, no dudó en mantenerse "fiel a los principios", que, según recordó, le había enseñado su madre. Han pasado los días y ayer acabó retractándose de lo que dijo. Lo ha argumentado con un "mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños". Hoy la hemos podido ver firmando el acuerdo con Vox, mientras su cara la delataba. Ha dejado de lado sus principios para agarrarse a los finales que sabemos.