lunes, 16 de agosto de 2021

Afganistán, imperio, talibanes...

Los talibanes han vuelto al poder en Afganistán. Ya lo hicieron en 1996, cuando desalojaron del gobierno a los grupos políticos que en 1992 pusieron fin a la revolución que se había iniciado en 1978. Ésta estuvo orientada hacia un sistema socialista y fue apoyada por la ya extinta URSS. Pese a los importantes avances sociales que supuso, incluidos los relacionados con las mujeres, desde el primer momento conoció una vida llena de contratiempos. De un lado estuvieron  las contradicciones internas en el seno del Partido Democrático del Pueblo y la presencia militar soviética desde 1979. Y de otro, la oposición de la oligarquía terrateniente feudal y los líderes religiosos, que contaron con el apoyo de EEUU, varias potencias occidentales y las monarquías feudales del Golfo Pérsico. Los gobiernos de estos países financiaron con ingentes cantidades de dinero a distintos grupos de muyaidines y la llegada de voluntarios procedentes de varios países. Fue el momento de los "guerrilleros de la libertad", de Bin Laden y, en los últimos años, de los talibanes. Y estaba llegando a su fin la Guerra Fría y quienes la ganaron tomaron el relevo.

Ahora se ha puesto fin al periodo iniciado en 2001, cuando durante la presidencia de George Bush jr. se inició la invasión estadounidense de Afganistán. Contó para ello con la ayuda de sus aliados occidentales, entre los que no faltó España. Primero, con José María Aznar, el amigo de Bush, luego, con José Luis Rodríguez Zapatero, al que le siguieron Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. Aunque Donald Trump ya tenía prevista la retirada militar, ha sido Joe Biden el que la ha aplicado. El elevado coste económico de la guerra y el escaso rédito político han estado en la decisión. No olvidemos que EEUU es un imperio que está en bancarrota, que sobrevive fundamentalmente a esos valiosos dólares que se utilizan como principal moneda de cambio en las transacciones internacionales. Y Afganistán en estos momentos vale poco.

Estos días se está hablando de lo que va a suponer el regreso al poder de los talibanes, de la reinstauración del régimen fundamentalista islámico, de la violencia que se va a ejercer contra las mujeres... No se habla, empero, de que ese grupo fue financiado desde el primer momento por EEUU y sus aliados, y que sus muyaidines se formaron desde finales de los años 80 en Pakistán, que fue el principal bastión logístico en la lucha contra la revolución socialista afgana. Por tanto, de aquellos polvos surgieron esos lodos. Como ha ocurrido con tantos otros grupos rigoristas islámicos: Al Qaeda, Daesh...

En noviembre de 2009 publiqué una entrada, "¿Qué está pasando en Afganistán?", cuyo contenido sigue teniendo vigencia. Por desgracia. 


(Imagen: basada en una fotografía de Hedayatullah Amid, publicada en Público).