La actitud del PSOE ante la polémica sobre las macrogranjas está rozando la desvergüenza, si es que no lo ha hecho ya. Entre quienes estos días están saliendo a la palestra, no les está importando que dicha polémica haya surgido de las mentiras vertidas desde la derechona contra Alberto Garzón. Tampoco que los argumentos que el ministro de Consumo ha dado sean irreprochables y estén cargados de razón. En el PSOE, desde miembros del Gobierno hasta presidentes autonómicos, se están sumando a la campaña difamatoria, cada vez más con declaraciones disparatadas y sin que a veces falte tampoco la deslealtad. Lejos de defender al ministro de Consumo, están esgrimiendo mensajes acerca de las "bondades" de esa carne salida de las macrogranjas y del "cumplimiento" de la normativa sobre la grave contaminación que generan sus residuos. Mensajes sin argumentos, que sólo le hacen un flaco favor al prestigio del Gobierno y, en el caso que nos ocupa, a la verdad. Si consideran que eso les va a reportar votos, mal lo llevan. Ante tal cúmulo de despropósitos, considero que hay una explicación que subyace a esa actitud: el miedo a que les haga daño la potencial candidatura de Yolanda Díaz al frente de un proyecto unitario. No olvidemos que su popularidad sigue aumentando. Si en el PSOE siguen así, mal están actuando, porque el terreno tan peligroso en el que se están metiendo tienen como competidores a la derechona. Y ésta no perdona.
(Imagen: Elkoko,en Periodismo alternativo).