martes, 15 de julio de 2014

Sobre ilegalidades (en un 14 de abril)

Cuando era joven y el franquismo estaba en las últimas le gustaba mucho a sus gestores decir aquello del imperio de la ley. Desde hace unos días lo de la ley ha vuelto a estar en el candelero. El  martes pasado Mariano Rajoy, como jefe del ejecutivo español, se basó en el cumplimiento de la ley para rechazar la petición del Parlament de Catalunya acerca de una consulta ciudadana sobre su relación con el estado español. El miércoles Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, anunció la firma de un decreto que retiraba las competencias en materia de vivienda a la consejería de Fomento y Vivienda andaluza aduciendo, tras el alojamiento provisional de varias personas que habían sido desalojadas en la Corrala Utopía de Sevilla, el respeto de la ley. Hoy Rafael Hernando, portavoz adjunto del PP en el Congreso, ha dicho que la bandera tricolor republicana es ilegal. Cuando se tratan los numerosos asuntos relacionados con la corrupción, donde PSOE y PP se llevan la palma, hay que oír cosas como "no son ilegalidades, sino irregularidades", "hay que dejar que los jueces hagan su trabajo", "sólo se atreven porque soy una sexagenaria", "un jurado popular lo exculpó", "el delito ha prescrito"... 

Y la pobre República, que en su breve vida durante los años treinta tuvo que sufrir un golpe militar -ilegal, por supuesto- que derivó en una guerra, tiene que soportar ahora las palabras de un botarate, el mismo que dijo eso de “algunos se han acordado de su padre, parece ser, cuando había subvenciones para encontrarlos”.


(publicado el 14-04-2014)