viernes, 3 de mayo de 2013

Continúa el acoso contra la revolución en Venezuela

He tardado en reaccionar sobre lo ocurrido en la Asamblea Nacional venezolana en días pasados. Pero es que he intentado informarme más. Los medios de comunicación que sacaron la noticia y algunas fotos no fueron más allá de referirse a la negativa del presidente de la cámara legislativa, Diosdado Cabello, de no conceder la palabra a quienes no reconozcan al presidente Nicolás Maduro y mencionar las agresiones sufridas por miembros de la bancada opositora a manos de la "oficialista", "chavista" o "progubernamental". Las imágenes que han aparecido en Cuba información o Rebelión (ésta desde Alba Ciudad) no aportan toda la información, pero sí el comportamiento de la bancada opositora. Lo mejor es verlas para poder juzgarlas y poder sacar conclusiones. Sigo pensando que en Venezuela siguen tramando algo. La derecha y quienes la sustentan se quitaron la careta desde el momento que conocieron los resultados electorales el 14 de abril. Por el papel desempeñado en años pasados por el gobierno venezolano, apoyado por buena parte de la población, Venezuela es una pieza muy valiosa en el tablero del ajedrez latinoamericano. La más valiosa. Si desde hace años EEUU perdió la iniciativa en ese continente, más preocupado por sus intereses estratégicos en Oriente Medio, parece que ahora busca recomponer la situación en lo que consideró siempre su continente. Ya dijo el presidente Monroe a principios del siglo XIX lo de "América, para los americanos", que era una forma de decir que para EEUU. Sus sucesores han seguido esa máxima al pie de la letra. Sin piedad. Ahora en Venezuela se está produciendo un pulso, por decirlo a lo fino, y está por ver cómo se va a resolver. Es el dilema entre revolución y contrarrevolución.