martes, 21 de junio de 2022

Elecciones andaluzas 2022: los peligros de la izquierda dividida

Dos han sido las candidaturas a la izquierda del PSOE que se han presentado con posibilidades de obtener escaños: Por Andalucía y Adelante Andalucía. En líneas generales, las dos han salido de lo que en 2018 fue Adelante Andalucía, el acuerdo suscrito entre IU, Podemos y dos pequeños grupos andalucistas. 

Los intentos previos por llegar a un acuerdo

El panorama organizativo en este espacio se ha modificando ampliamente en los últimos años. Mientras IU ha mantenido una gran estabilidad interna, no ha ocurrido lo mismo con Podemos, desde el cual se han desgajado Más País y Anticapitalistas. Con anterioridad a la convocatoria electoral hubo intentos por formalizar una candidatura común y evitar la dispersión del voto. Pero no tuvieron el fin deseado. 

IU y Podemos han mantenido una situación de buenas relaciones, como componentes de la marca electoral Unidas Podemos, con la que concurrieron a las dos elecciones generales de 2019 y bajo la cual pactaron en 2020 con el PSOE el actual gobierno de coalición.  

Anticapitalistas no estuvo nunca por la labor de llegar a un acuerdo. Alegaron que habían sido expulsados del grupo parlamentario Adelante Andalucía, pero añadieron dos elementos más que no conviene olvidar: su oposición desde el primer momento al acuerdo de coalición de gobierno entre Unidas Podemos y el PSOE, que fue el motivo de su marcha de Podemos; y su voluntad de formar un grupo andaluz soberano. Finalmente Anticapitalistas acabó presentándose bajo el nombre de Adelante Andalucía, en coalición con dos grupos andalucistas.

Más País, por último, estuvo tanteando acuerdos con Equo y algún grupo andalucista, si bien, ante la convocatoria de elecciones para el 19J, acabó aceptando el acuerdo con IU y otros dos grupos bajo el nombre de Por Andalucía y al que en el último momento se sumó Podemos. Se ha hablado mucho de lo que ocurrió, de las reticencias mostradas por la dirigencia de Podemos desde Madrid, de la imagen que generó en el electorado de izquierda, de su utilización por buena parte de los medios de comunicación...  

Lo que fue el 19J

El caso es que la división ha sido una realidad y los resultados han dejado constancia que ha sido muy perjudicial. Sin entrar en el optimismo/triunfalismo que ha mostrado Teresa Rodríguez, lo cierto es que en la suma de votos de las dos candidaturas de izquierda, de alrededor de 450.000 votos (12'3%), se han  quedado por el camino unos 135.000 (-3'9%). Por separado, Por Andalucía ha conseguido 281.700 votos (7'7%) y Adelante Andalucía, 168.000 (4'6%). 

En el número de escaños Por Andalucía ha obtenido 5, repartidos entre Cádiz, Córdoba, Granada, Málaga y Sevilla. Adelante Andalucía, por su parte, se ha quedado con 2, correspondientes a Cádiz y Sevilla. Pero haciendo una proyección aritmética, la suma de los dos grupos habría permitido una optimización de los resultados, lo que hubiera permitido obtener 5 escaños más, que corresponderían a Córdoba, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla.

Por Andalucía ha superado a Adelante Andalucía en siete de las ocho provincias andaluzas, siendo Cádiz la excepción. En la primera sus resultados han sido más homogéneos, oscilando entre el 7'5% y el 9'9%, con la salvedad de Almería (5%),  Huelva (6'5%) y Jaén (5'6%). En el caso de  Adelante Andalucía los mejores resultados los ha tenido en Cádiz (8%) y Sevilla (8'3%), donde además han obtenido escaño, mientras que ha tenido niveles muy bajos en Almería (1'7%) y Jaén (1'8%)

Los resultados provinciales  (y lo que podrían haber sido)

Almería: ninguno de los dos grupos ha obtenido escaños, perdiendo el de 2018, a la vez que los resultados han sido bastante malos; cada grupo ha obtenido, respectivamente, el 5% y el 1'7%, con una suma del 6'7%; la pérdida sobre 2018 ha sido de 8.100 votos y 2 puntos porcentuales. 

Cádiz: es donde se han dado los mejores resultados, con el 7'5% y el 8%; la suma llega al 15'5%, pero en relación a 2018 han perdido 18.800 votos, 3'4 puntos porcentuales y 1 escaño. 

Córdoba: cada grupo ha obtenido el 9'9% y el 3'5%, lo que supone una suma del 13'5%; sobre 2018 han perdido 12.500 votos, 1'3 puntos y 1 escaño. 

Granada: con el 7'7% y el 3'2% de los votos, respectivamente, suman el 10'9%; las pérdidas sobre 2018 han sido de 17.200 votos, 4'2 puntos y 1 escaño.

Huelva: está entre las tres provincias sin representación; los resultados del 6'5% y el 4% suman el 10'5%; y en cuanto a las pérdidas, han sido de 10.000 votos,  3'8 puntos y el único escaño obtenido en 2018.

Jaén: es la tercera de las provincias sin representación y, además, con resultados muy bajos: el 5'6% y el 1'8%, que suman el 7'4%; las pérdidas han sido de 15.200 votos, 4'8 puntos y también del único escaño de 2018.

Málaga: ha sido la provincia en la que Por Andalucía presentaba la candidata a la presidencia de la Junta Andalucía, que ha obtenido el 8'1% de los votos; con el  3'8% del otro grupo la suma se eleva al 11'9%; las pérdidas han sido de 22.500 votos, 3'9 puntos y 2 escaños.

Sevilla: los resultados han sido de 8'3% y 6'2%, que suman el 14'5%; las pérdidas se han elevado a 35.300 votos, 4'3% puntos y 1 escaño. 

¿Alguna(s) enseñanza(s)?

Salta a la vista que el panorama en la izquierda es, si no desolador, bastante malo. No existen indicios de que Pedro Sánchez esté decidido a convocar nuevas elecciones generales y más después de lo que ha ocurrido desde hace algo más de un año en Madrid, Castilla y León, y Andalucía. La siguiente cita sería la de las municipales y autonómicas de 2023, para que le siguieran las generales. 

Otra cosa es lo que  pueda ocurrir en el seno del gobierno, teniendo en cuenta las diferencias palpables que existen entre las dos partes que lo conforman, y entre el gobierno y los grupos que, de distinta manera, lo apoyan en el Congreso. No creo que  en todos ellos exista voluntad por romper los acuerdos, porque, salvo algún caso, a todos les interesa en estos momentos mantener la legislatura, y más después del peligro que se atisba ante el crecimiento de los apoyos al PP y a Vox.  

Y en cuanto a Unidas Podemos y el proyecto Sumar de Yolanda Diaz, que tiene vocación de extenderse a más grupos políticos, no estaría de más evaluar la experiencia andaluza. Por mucho que se diga lo contrario, lo cierto es que la división resta. Lo hemos visto el domingo. Como también restan las actitudes que reflejan reticencias y desconfianzas. Ocurrió con el nacimiento de Por Andalucía. Se requiere, por tanto, de un grado elevado de generosidad y flexibilidad. También, de originalidad y audacia. Sin olvidar, en nuestro caso, la identidad andaluza, que ha quedado desdibujada durante las elecciones en el caso de Por Andalucía. Y que parta de unos puntos comunes (que existen), para configurar un programa político de acción y, si es posible, de gobierno desde unos presupuestos basados en la solidaridad social, la defensa de lo público, el respeto del planeta, la reivindicación del feminismo, el respeto de la diversidad, la promoción de la paz...