martes, 28 de noviembre de 2017

Previsiones de cara a las elecciones catalanas del 21 de diciembre

Llevamos bastantes encuestas sobre la intención de voto en Catalunya, a veces aderezadas con la postura ante la convocatoria de un referéndum de autodeterminación o ante la propia opción en caso de que éste se convocara. 

Desde que hace casi un mes el gobierno decidió aplicar el artículo 155 y convocar elecciones autonómicas, se han sucedido más encuestas todavía, en esta ocasión partiendo de la presentación por separado de las tres fuerzas independentistas, dos de las cuales (ERC y el PdeCat, ahora como JxCat) concurrieron en 2015 como JxSí. 

En varios medios y páginas electrónicas se han ofrecido resúmenes de todas ellas, incluyendo promedios y la misma evolución cronológica. Hoy lo ha hecho La Vanguardia, cuya información me va a servir de referencia para el desarrollo de esta entrada.

Varias son las conclusiones que pueden extraerse teniendo en cuenta a cada una de las fuerzas políticas por separado:
1) Apenas habría variaciones en el orden, salvo la disputa por el tercer puesto entre PSC y JxCat, casi siempre en favor del primero.
2) La fuerza más votada en todos los casos sería ERC, si bien con una horquilla aproximada entre el 23 al 31%.
3) Le seguiría Ciudadanos, con una horquilla entre el 14 y el 22,5%, con fuerte incremento sobre 2015 aprovechando su mayor firmeza en la lucha contra el independentismo.
4) Las previsiones del PSC, sobre el 15% y una horquilla entre el 12 y el 18%, serían una incógnita, dado el factor que supone el acuerdo con lo que queda de la antigua UDC y el balance entre las posibles sumas y restas de ambos electorados.
5) En el caso de JxCat sus previsiones, con un promedio cercano al 13%, tienden a ir mejorando, teniendo en cuenta la confección de su candidatura, más centrada en Carles Puigdemont, con cierta distancia de su partido PdeCat y el haberse confeccionado desde una perspectiva unitaria.
6) CeC-P tendría unos resultados bastante modestos, con un promedio algo inferior al 10%, en general en la línea de las elecciones autonómicas de hace dos años y siempre por debajo de los resultados obtenidos en las generales de 2015 y 2016, en las que fue con diferencia la primera fuerza.
7) El PP tendría unos resultados muy pobres, en casi todos los casos como penúltima fuerza y entre el 5 y el 11%, con pérdida de votos en favor de Ciudadanos.
8) La CUP quedaría en todos los casos la última, con un promedio del 6% y una pérdida de apoyos en torno al 3%.

En la combinación de fuerzas, agrupándolas según bloques y variables, la cosa quedaría de la siguiente manera: 
1) El bloque independentista (ERC+JxCat+CUP) sumaría de promedio el 44,9%, alrededor de tres puntos menos que en 2015.
2) El bloque unionista y/o constitucionalista (PSC+C's+PP), el 42,2%, esto es, tres puntos más que en 2015.
3) El bloque soberanista y/o partidario del referéndum (independentistas+CeC-P), el 53,9%, que serían 3 puntos menos que en 2015.
4) El federalismo, encarnado por CeC-P, sería, con menos del 10%, el gran perdedor, atrapado entre los dos bloques identitarios (independentista y unionista). 
5) Los grupos de izquierda y centro-izquierda (ERC+CUP+CeC-P+PSC) sumarían el 55,7%.
6) Los grupos de izquierda con un carácter más alternativo (CUP+CeC-P), el 15%, algo menos del 2% que en 2015.
7) Y los grupos de derecha (JxCat+C's+PP), el 40,4%. 


En definitiva, todo está muy abierto, pues los resultados de las encuestas están reflejando tres cosas: 
1) Un aumento de la participación, lo que podría favorecer a los grupos unionistas, dada una tradición de inhibición en este tipo de elecciones entre el electorado con mayor sentimiento más españolista, lo que se estaría traduciendo en el ligero aumento en el apoyo a estos grupos
2) Una escasa volatilidad del voto entre los bloques identitarios, con electorados fieles a los postulados que llevan defendiendo desde los últimos años.
3) Una mayor volatilidad del voto dentro de cada uno de esos bloques, principalmente entre ERC y JxCat, por un lado, y entre los tres grupos que conforman el bloque unionista, por otro, especialmente dependiendo de cómo se resuelva la incógnita del PSC.