lunes, 12 de noviembre de 2018

Una Justicia demasiado podrida

Da la sensación de que no hay un día en que la Justicia española dé muestras de algún despropósito. Sabido es que hace unos días salió la noticia, inicialmente en el diario Público, de la voluntad de llevar a cabo un atentado contra Pedro Sánchez por parte de un ultraderechista. Un caso muy grave, teniendo en cuenta quién era objetivo. Poco a poco hemos ido sabiendo más, como, por ejemplo, que la persona involucrada, Manuel Murillo Sánchez, llevaba varios días detenida.  

Hoy el mismo diario ha desvelado, en el artículo “La Audiencia urdió una mentira inverosímil para ocultar que se inhibió en el caso del tirador”, una situación que resulta en cierta medida sorprendente y es que la Audiencia Nacional inicialmente se desentendió del caso, al parecer valorando que no era de su competencia. Dada que eso no había, llegaron a sacar una primera nota informativa desmintiendo hubiera tenido conocimiento de lo sucedido desde el primer momento y que fue informada tarde por parte de los Mossos d'Squadra y de la Audiencia Provincial de Barcelona.  


Pero es que ocurrió todo lo contrario: sí estaban informados, pero se desentendieron, teniendo que ser dicho órgano provincial el que tomara cartas en el asunto. Es más, el detenido llevaba en prisión desde hace mes y medio. En el auto dictado para su procesamiento y entrada en prisión "no le ha cabido duda al instructor de la seriedad del propósito del investigado de llevar a efecto el crimen planeado por el mismo, proponiendo el modo de llevarlo a cabo, el material con el que cuenta para ello, sus habilidades como tirador, lo certero que sería para privar de la vida a su objetivo, recabando sólo para asegurar su propósito información sobre el momento y el lugar en que se realizaría".


Como acaba de desvelar Público, "La verdad, pues, fue que los fiscales de guardia que estaban en Terrasa y los que estaban en la Audiencia Nacional mantuvieron varias comunicaciones y que después de consultar con la jefatura de la Fiscalía de la Audiencia Nacional decidieron que el caso no era de su competencia y que por lo tanto la Audiencia Nacional no era competente para indagar los hechos. Ergo, habían estado mintiendo a la ciudadanía durante 24 horas. Evidentemente, a sabiendas".

Y esto último tiene una figura delictiva clara. Por lo que cada día vamos sabiendo, tenemos una Justicia con demasiados agujeros. Está demasiado podrida.