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miércoles, 10 de agosto de 2016
Los vivas y mueras de Millán Astray
José Millán Astray fue uno de los fundadores de la Legión española. Entre ellos estuvo también un tal Francisco Franco, que llegó más lejos en casi todo: en rango militar, en cargo político y en brutalidad represiva. Millán Astray era un bruto fuera de lo que puede considerarse como propiamente político. Sus soldaditos se consideraban "novios de la muerte" y todavía hoy siguen cantando un himno con esa expresión de marras. Me contaba mi madre que le tenían miedo cuando aparecía por la Plaza Mayor salmantina, porque, además del miedo que generaba su presencia física como mutilado de guerra, en su chulería parece ser que le gustaba lanzarse con propósitos lascivos a la primera jovencita que se le cruzaba. Cosas del macho hispano, engalanado además con su condición de general, que se encontraba en su salsa en la capital de la sublevación. En la misma donde un acólito suyo lanzó un "¡Viva la muerte", cuando Miguel de Unamuno, en plena crisis de conciencia por haber dado pábulo a los fascistas golpistas, intentaba dar sentido ético a la podredumbre de la orgía de sangre ocasionada. El mismo momento en que el rector vitalicio de lal Universidad intentaba salir del atolladero con un discurso lapidario y un final apoteósico: "El general
Millán Astray desea crear una España nueva, creación negativa sin duda, según
su propia imagen. Y por eso quisiera una España mutilada". A lo que el general fundador de la Legión no se le ocurrió otra cosa que gritar "¡Muera la inteligencia!". Pues bien, ese militar ve ahora retirado su nombre de una calle madrileña, conservado durante casi ocho décadas, casi cuatro de aprobada la Constitución. Y encima sus seguidores, que parecen ser más de unos cuantos, se han molestado. El nuevo nombre es Calle de la Inteligencia. ¡Y qué poca tienen!