Un conocido locutor de TVE pidió el sábado disculpas por haber ofrecido un reportaje sobre los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro con la voz en catalán. Fue muy claro en su breve explicación: "Teníamos
este reportaje hecho en castellano y catalán y nos ha salido en catalán". Normal, porque en esto de las lenguas hay categorías y la lengua del imperio va primero. La otra no deja de ser extraña y encima oportunista. Mientras tanto, la lengua del gran imperio sigue creciendo. Porque da prestigio y permite, por ejemplo, en Madrid "a relaxing cup café con leche". ¿El catalán? Una lengua menor para hablarla en casa. Eso sí, los y las deportistas de esa comunidad suponen el 26% de la expedición española de los Juegos, un número bastante superior a Madrid (12%), Comunidad Valenciana (8%), Andalucía (8%) y País Vasco (7%). Y eso sin contar su relevancia. Por ahora la primera medalla obtenida es de una catalana. Pero todo esto sería lo de menos, si no fuera por el desprecio que se tiene a Cataluña, a su cultura y a su lengua.
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