Varias son las cosas que se pueden comentar acerca de los resultados de los y las deportistas de este país en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Veámoslo brevemente:
1. Las mujeres han superado a los varones, con un total de 9 medallas frente a las 8 de los varones; en cuanto al valor de los metales, las mujeres han obtenido 4 de oro y 3 de plata, y los varones, 3 y una, respectivamente.
2. Entre las distintas modalidades destacan las de agua, con un total de 6 medallas que se reparten entre 4 de piragüismo y 2 de natación.
3. Casi todas las medallas, 14 concretamente, pertenecen a deportes con un poder económico y una audiencia de bajo nivel, cuyos deportistas suelen subsistir a base de becas y/o patrocinios privados; entre los de mayor poder sólo en tenis masculino ha habido una medalla de oro, que además lo ha sido en la modalidad menos "rentable" de dobles; los otros dos casos son del baloncesto; el masculino, con un grado elevado de profesionalización y el femenino, que lo tiene, en cierta medida, modesta.
4. Resulta sorprendente la exaltación por parte de los medios de comunicación de las medallas obtenidas, cuando en su mayoría priorizan escandalosamente el fútbol a lo largo del año; mientras tanto, los éxitos más sobresalientes se han dado en deportes muy modestos, con escasas ayudas y un tratamiento informativo bajo o nulo, como el bádminton, el piragüismo, la halterofilia, el taekwondo, el ciclismo de montaña o la gimnasia rítmica, que han sumado 10 medallas, 4 de ellas de oro.
5. La medalla de plata masculina en atletismo tiene un componente más que curioso: ha correspondido a un atleta cubano que lleva viviendo en España tres años y ha competido con su país de origen hasta el año pasado, precisamente hasta que adquirió la nacionalidad española; en los medios de comunicación, sin embargo, su medalla la han valorado como un éxito del atletismo español, aun cuando su formación la había hecho en Cuba, donde ya era una figura en ciernes.