viernes, 11 de enero de 2013

¡Maldita la gente que manda en este país!

Existen montones de tramas y casos de corrupción: la Gurtel de Madrid y Valencia, el Camps y compañía de Valencia, el Fabra de Castellón, el Jaume Matas de las Baleares, el Urdangarín de la familia real, la Unió Democratica de Catalunya, el Baltar de Orense, el alcalde de Santiago, los psoEREs de Andalucía... Montones de delitos fiscales, evasión de impuestos, doble contabilidad, blanqueo de dinero... Montones de robos legales en forma de desahucios bancarios, exenciones fiscales, despidos libres... ¿Para qué seguir si son cientos, miles, decenas de miles, cientos de miles de gente corrupta y delincuentes de cuello blanco que se lo llevan crudo, por la cara y sin problemas?  Qué más da. Esto es el reino de la corrupción, de la mentira, del privilegio... 

Si no, que se lo digan a la gente del SOC y del SAT, que de nuevo están de marcha por las carreteras de Andalucía, denunciando la represión que sufren. 
Dos sindicatos integrados en su mayoría por gente muy humilde. Gente honrada, coherente, abnegada, incansable en su esfuerzo... Para mí, lo más  digno que puede existir en esta tierra andaluza, en el solar ibérico... Sufrientes de una dura represión que el estado nunca cesado desde los mismos años de la dictadura. Una dictadura que todavía sufren en forma de multas, detenciones, palos, amenazas, procesamientos, condenas pendientes... Víctimas de una criminalización permanente, incluida la más reciente del verano pasado por sus acciones simbólicas en dos supermercados. 

Ahora me acabo de enterar que al piloto Carromero, de la escudería del PP, le han concedido en tercer grado. En un tiempo récord, pese a haber dejado en las carreteras de Cuba a dos muertos en la cuneta por exceso de velocidad y tener en España un brillante currículo de decenas de multas y la pérdida de puntos suficiente para que se le retire el carnet de conducir. Ha sido precisamente el mismo día que ha salido en libertad provisional -por fin- de la cárcel Alfon, detenido en las primeras horas del 14-N, acusado, entre otros delitos, de tenencia de explosivos y aislado por ser calificado como preso FIES.

Nada mejor que tener leyes a medida o hacer uso de la ingeniería judicial y la ingeniería fiscal para salir de rositas. El resto, que se joda. Por eso me apetece decir esto: ¡maldita la gente que manda en este país!