sábado, 26 de agosto de 2023

Campeonas mundiales de fútbol: una gesta deportiva merecida


La selección española femenina de fútbol consiguió hace unos días el campeonato del mundo. Toda una gesta. Después de 7 partidos disputados en Nueva Zelanda y Australia, sus componentes se alzaron con un triunfo que considero a todas luces merecido. Un total de seis victorias y una sola derrota. 
En este último caso, contra Japón y con un resultado contundente: 0-4. Es cierto que la selección ya había conseguido el pase a los cuartos de final, después de dos victorias previas y claras: 3-0 a Costa Rica y 5-0 a Zambia. Pero la valoración de lo ocurrido contra la selección japonesa llevó a que desde muchos medios de comunicación salieran agoreros por doquier, cargando tanto contra las jugadoras como contra el seleccionador, aludiendo de una forma despectiva contra el tiki taka y Luis Enrique. 

Pero fue en la fase de las eliminatorias donde las jugadoras españolas dieron de sí todo lo que contenían. El partido de octavos, contra Suiza, se saldó con un  5-1, aportando, ante todo, la dosis de confianza necesaria que les permitió seguir afrontando nuevos retos. Y eso fue lo que ocurrió también en los partidos siguientes. Contra Países Bajos hubo una victoria de 2-1, después de unos minutos finales y una prórroga de vértigo, con un penalti transformado por Mariona Caldentey en el minuto 81, el empate en el primer minuto del descuento y finalmente ese habilidoso y atrevido gol de Salma Paralluelo en el 111. El mismo resultado se dio contra Suecia, ya en las semifinales, donde también hubo unos minutos finales trepidantes, pero sin tener que llegar a la prórroga: nuevo gol de Salma en el minuto  81, empate en el 88 e inmediata respuesta de Olga Carmona, lanzando ese trallazo desde fuera del área que posibilitó el pase a la final. Y lo fue contra Inglaterra, la verduga de España en los cuartos de final del campeonato europeo del año pasado en los cuartos de final, que abrió un cisma entre numerosas jugadoras y el seleccionador, a la vez que creó dudas sobre el valor de las jugadoras de la selección entre los medios de comunicación. 

El partido de la final fue, en general, de claro dominio español, que marcó el único gol en el minuto 29, después de una excelente jugada de equipo, un mejor pase final de Mariona y una definición perfecta de Carmona. Hubo ocasiones por ambas selecciones, pero en mayor número por la española, que incluso falló en el minuto 70 un penalti, que, pese al mal lanzamiento de Jenni Hermoso, tuvo que haberse repetido por el claro adelantamiento de la portera inglesa. Como ocurrió en los dos partidos anteriores, los minutos finales fueron intensos, a los que se unió el largo tiempo de descuento: 13 minutos, que acabaron siendo más de 14, convertidos prácticamente una semiprórroga y que resultaron tanto agónicos como emocionantes.

He podido ver todos los partidos de la selección española y algunos, en parte o en su totalidad, de otras selecciones. Y puedo decir que el triunfo de las jugadoras españolas me ha resultado merecido. La derrota española contra Japón, no tanto por inesperada como por el resultado, puso de relieve, una vez más, estilos de juego contrapuestos entre quienes se encierran atrás y buscan el gol mediante contraataques rápidos, y quienes desarrollan un juego más pausado y con claro dominio del balón. Lo ocurrido en el campo fue una acierto casi al cien por cien de las ocasiones de las jugadoras japonesas y una inoperancia total ante el gol de las jugadoras españolas, que añadieron claros errores defensivos. 

Pero más allá de esa excepción, las jugadoras españolas han puesto de manifiesto varias cosas. En primer lugar, unidea de fútbol que lleva varios años desarrollándose en España y que está basada en el buen trato del balón, la posesión del mismo y la presión inmediata en caso de perderlo. El célebre tiki taka, tan denostado desde determinada prensa, puesto en práctica en la selección masculina por Luis Aragonés y Vicente del Bosque, y que posibilitó los triunfos internacionales de 2008, 2010 y 2012. El mismo estilo que, en líneas generales, llevan desarrollando las selecciones inferiores y que está posibilitando bastantes éxitos. Y sin olvidar, por supuesto, lo que llevó al Barça a la cima europea durante la era de Pep Guardiola

A ello hay que unir, en segundo lugar, lo que corresponde a las propias jugadoras: el gran talento de varias de ellas, el excelente trato del balón por casi todas, la entrega por todas y el afán colectivo de formar parte un bloque. Eso explicaría por qué Aitana Bonmatí ha sido nombrada como la jugadora más valiosa del campeonato o que Salma lo haya sido entre las más jóvenes. Uniéndose, así, a la trayectoria de Alexia Putellas, dos veces ganadora del Balón de Oro, como mejor jugadora del mundo.  

Y algunos detalles más. Uno, la importante presencia en la selección femenina de jugadoras procedentes del Barça o que han estado en algún momento en dicho equipo, algo que ya ocurrió en los años dorados de la selección masculina. Otro, el hecho de que se haya podido ver reflejada entre esas jugadoras la diversidad existente en la sociedad española en cuanto a origen étnico, orientación sexual, procedencia territorial..., frente a quienes la rechazan. Y en lo que respecta al  gravísimo episodio habido durante la entrega de medallas y los días siguientes, con la agresión de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, le dedicaré una próxima entrada.