viernes, 11 de junio de 2021

La victoria de Pedro Castillo abre la posibilidad de un cambio en Perú

Las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo en Perú han dado el triunfo a Pedro Castillo, 
candidato de Perú Libre. Una vez escrutados todos los votos, ha obtenido el 50'2%, lo que supone 0'4 puntos  más que su contrincante, Keiko Fujimori, al frente de Fuerza Popular, que se ha quedado con el 49'8%. Un margen muy estrecho, de apenas 60.394 votos de diferencia, pero suficiente para su elección como nuevo presidente del país.

Calificar lo ocurrido de sorprendente no resulta adecuado, pese a que en determinadas encuestas se estaba dando como ganadora a Keiko Fujimori. El caso es que Pedro Castillo ya dio la sorpresa en la primera vuelta al ser, con su 18'9%, el candidato más votado. Los sondeos que se fueron haciendo de cara a la segunda vuelta ya apuntaban hacia un progresivo ascenso en sus apoyos y con ello la posibilidad seria de ser el candidato más votado en la segunda vuelta. Es lo que ha ocurrido finalmente después de tres días de un recuento muy reñido, en el que no ha faltado la incertidumbre. 

Ha sido en el tramo final, cuando se estaban escrutando las actas de los departamentos más alejados de la capital del país, el momento en que la balanza empezó a inclinarse a favor de Pedro Castillo, logrando mantener la distancia necesaria para su triunfo. Y también el momento en el que desde los círculos de Keiko Fujimori empezaron a lanzarse mensajes denunciando irregularidades en el recuento, algo que hicieron sin ningún fundamento.  

¿Qué representan Pedro Castillo y Keiko FujimoriDe entrada, a dos ámbitos muy distintos, por no decir que antagónicos. Pero vayamos por partes, atendiendo a sus orígenes sociales, sus trayectorias políticas y sus programas electorales.

Pedro Castillo, una esperanza popular con raíces en el Perú indígena

Por sus orígenes sociales, con Pedro Castillo se está ante una persona de extracción popular. Maestro de profesión, pertenece a una familia campesina e indígena del departamento de Cajamarca, situado al norte del país. 

En cuanto al espectro político, Pedro Castillo se sitúa a la izquierda. Ha centrado su campaña y su programa en la defensa de la mayoría social del país, la gran perdedora de décadas y décadas de gobiernos orientados en favor de la oligarquía del país. Su programa se basa en una mayor redistribución de la riqueza desde la intervención de los poderes públicos. Eso supone dotar de recursos y servicios públicos a quienes menos tienen, y de infraestructuras a las zonas más abandonadas. Eso le ha llevado a hacer mayor hincapié en la población indígena, que es abrumadoramente mayoritaria en los departamentos andinos y de la Amazonía, utilizada como fuerza de trabajo principal en los sectores extractivos de la economía (minería, productos energéticos, campo, etc.).

Su integración en Perú Libre ha sido reciente. Con anterioridad había estado vinculado a grupos sociales y políticos más moderados, como el centrista Perú Posible En su juventud formó parte de los ronderos, un movimiento rural que tenía como objetivo la autoprotección de aldeas y pequeñas ciudades frente a las agresiones externas, pero que, a la vez, fue configurando un marco de identidad comunitaria, desde el que se ha acabado trazando una buena parte de la red electoral que le la aupado a la presidencia. Y en este contexto quizás haya sido su actividad sindical como docente la que le ha ido radicalizando políticamente. 

Perú Libre es la fórmula electoral del Partido Nacional Perú Libre, una organización política que se declara marxista-leninista-mariateguista, que busca aunar la tradición revolucionaria de origen europeo con el indigenismo marxista del peruano José Carlos Mariátegui. Castillo no se declara marxista y el mismo programa de Perú Libre se asemeja más en lo económico a lo implementado por los gobiernos de Rafael Correa, en Ecuador, o Evo Morales, en Bolivia. Desde esta perspectiva, los objetivos prioritarios supondrían el respeto del marco capitalista, pero reorientándolo hacia una mayor presencia del estado, el control de las empresas extranjeras y la redistribución de la riqueza.

Políticamente apuestan por un proceso constituyente que supere la actual Constitución. Impuesta en 1992 por Alberto Fujimori tras su autogolpe, consagró el marco desde donde se fueron aplicando las medidas neoliberales y desmantelando el papel que pudiera jugar el estado en la protección de los sectores más humildes. El programa de Perú Libre recoge las demandas que se están planteando desde el indigenismo o, como suele también decirse, los pueblos originales.        

Keiko Fujimori, herencia del fujimorismo y opción de los sectores neoliberales

La candidata de Fuerza Popular está ligada familiarmente a la oligarquía peruana, teniendo en cuenta que su padre, Alberto Fujimori, de ascendencia japonesa, fue presidente del país entre 1990 y 2000. Y políticamente se inscribe en la derecha. Por todas esas cosas Keiko Fujimori representa todo lo contrario que Pedro Castillo.

Es la expresión, en primer lugar, de los estratos situados en los niveles más altos de la escala social, desde la oligarquía hasta las clases medias que, de una forma u otra, disponen de ventajas y recursos suficientes para vivir, cuando menos, holgadamente. Es expresión también del modelo económico neoliberal, capaz de haber aumentado la distancia entre quienes más y menos tienen, extendido las clases medias  en número y dotado de una ideología que hace del individuo competitivo e insolidario el centro de la vida social. De todo esto se colige que ha sido la mejor opción para los intereses económicos de las grandes empresas extranjeras presentes en todo tipo de actividades económicas, tanto las orientadas a las exportaciones (minería, agua, agricultura, ganadería, pesca...) como las relacionadas con el mercado interior (finanzas, comercio, inmobiliarias, telecomunicaciones, construcción de obras públicas...). 

El fujimorismo, como fenómeno político peruano sui generis que aunó en su momento el neoliberalismo naciente en los años noventa y un autoritarismo de fachada parlamentaria, tiene en Keiko Fujimori la más fiel representante. Sus apoyos electorales, más o menos sólidos o coyunturales, suponen hacerlo sobre un momento del país no muy lejano en el que tuvieron lugar atroces violaciones de los derechos humanos. El padre ha sido condenado por corrupción política y económica en grado extremo, pero no así por sus delitos de lesa humanidad.

Pese a lo antes apuntado, incluida una ruptura familiar (con unas graves acusaciones por su madre hacia su esposo, y un divorcio), el fujimorismo ha conseguido mantenerse vivo a través de Keiko. Ya en 2016 se quedó a las puertas de su elección como presidenta, después de haber obtenido el 49'9% de los votos. Es cierto que, si entonces llegó a recibir en la primera vuelta el 39'9%, en las actuales elecciones se quedó con un raquítico 13'4%, si bien suficiente como para pasar a la segunda vuelta. La diferencia de entonces a ahora estriba en el contrincante: en 2016 perdió ante un miembro de la oligarquía tradicional, Pedro Pablo Kuczynski, un candidato muy diferente de Pedro Castillo, el humilde maestro que se ha presentado como portavoz de la mayoría postrada y silenciosa del país.

Entre los apoyos públicos recibidos por Keiko, algunos han sido sonoros. Uno de ellos es el caso de Mario Vargas Llosa, rival de su padre en las elecciones presidenciales de 1990 y posteriormente uno de sus críticos más furibundos, teniendo en cuenta la deriva de corrupción y violación de los derechos humanos que hubo durante su mandato. En estas circunstancias, el famoso escritor, fiel y extremo defensor del neoliberalismo, no ha tenido dudas en posicionarse electoralmente. Ante el dilema entre la izquierda y derecha, ha optado por lo segundo.

Cómo se ha repartido territorialmente el voto

Pedro Castillo ha ganado en 16 de los 25 departamentos del país, mientras que Keiko Fujimori lo ha hecho en los 9 restantes y, como añadido, en el conjunto de mesas del extranjero.  

Sólo en dos departamentos los resultados han sido más apretados: en Ucayali (48'1%/51'9%) y Loreto (48'1/51'9), en los dos casos en favor de Keiko Fujimori. En el resto las diferencias han sido claras y en algunos casos, abrumadoras. 

Pedro Castillo ha ganado en los siguientes departamentos: Amazonas (66'7%), Ancash (58'4), Apurimac (81'5), Arequipa (64'8), Ayacucho (82'6), Cajamarca (71'3), Cusco (83'3), Huancavelina (83'3), Huánuco (83'3), Junín (58'2), Madre de Dios (57'4),  Moquegua (73'1), Pasco (65'4), Puno (89'3), San Martín (56'1) y Tacna (72'6). Destacan, por la enorme diferencia habida, los casos de Apurimac (+63), Ayacucho (+65'2), Cusco (+66'6), Huancavelina, (66,6), Huanuco (+66'6) y Puno (+78'6).    

En total suman una población de alrededor de alrededor de 13 millones de habitantes, que representan el 40% del total del país. Se trata en su mayoría de departamentos del interior, sobre todo andinos y en parte de la Amazonía, siendo sólo costeros Ancash, Arequipa, Moquegua y Tacna. Superan el millón de habitantes Ancash (1'2), Arequipa (1'5), Cajamarca (1'5), Cusco (1'4), Junín (1'4) y Puno (1'2). De Cajamarca es originario el candidato presidencial y curioso es el caso de Arequipa, de donde procede Mario Vargas Llosa.    

Keiko Fujimori se ha alzado con el triunfo, además de los dos departamentos antes señalados, en Callao (67'5%), Ica (47'5%), La Libertad (60), Lambayaque (58'2), Lima (64'6), Piura (60'1), Tumbes (65'9). Estos nueve departamentos suman alrededor de 20 millones de habitantes, que suponen en torno al 60% del total de población del país. Por su parte, los 11'7 millones de  Lima y Callao representan el 35%.  

En lo referente a los colegios electorales situados en el extranjero, Keiko ha sido la más votada a nivel global (66'7%), en cada uno de los continentes y prácticamente en todos los países, salvo Rusia, Suecia, Noruega, Cuba y Egipto.

Algunas conclusiones

Falta, en primer lugar, que la elección de Pedro Castillo como presidente de  Perú sea proclamada por el máximo organismo electoral del país. A la espera de resolver algunas impugnaciones hechas desde la candidatura de Keiko Fujimori, consideradas faltas de fundamento, todo parece prever que no prosperen.

Otra cosa es lo que pueda hacer el nuevo presidente. Bien sea por la presión que se ejerza desde los distintos poderes (económicos, institucionales, militares...), tanto del interior como del exterior, o bien sea por el grado de compromiso que tenga en el cumplimiento del programa propuesto. No debemos olvidar que el Congreso, aun cuando está muy fragmentado, está controlado por los grupos de derecha. El partido del nuevo presidente, Perú Libre, que es el grupo parlamentario más numeroso con sus 37 escaños, sólo representa el 28'5% de los mismos. Y la suma de los grupos de izquierda se queda en poco más de un tercio del Congreso. 

Otra cosa es el grado de protagonismo que tengan los diversos sectores sociales  y políticos que han aupado a Pedro Castillo a la presidencia, y el impulso que den para que en Perú se camine por una senda diferente. Teniendo en cuenta los numerosos apoyos obtenidos y que el grado de participación en la segunda vuelta de las presidenciales ha sido cuatro puntos más alta que en las legislativas de abril, habría que considerar que una buena parte de la sociedad peruana ha decidido optar por un cambio. 

Ha sido el Perú profundo, con un fuerte arraigo en las comunidades rurales del interior, el que parece estar despertando de un mal sueño. Postergado desde hace siglos, quiere ser reconocido como uno de los baluartes del país. Es algo necesario por el valor que representa en cuanto a unas formas de entender la organización social que se alejan del individualismo impuesto por el capitalismo en su forma neoliberal. Y si nos atenemos al programa propuesto por Perú Libre y su candidato, eso supondría que empezarían a darse cambios importantes.  

La elección de Pedro Castillo ha despertado grandes esperanzas en los distintos países de continente y buena parte de pasados o actuales dirigentes. Perú puede haberse sumado con él a la ola progresista e independiente iniciada a principios de siglo y que en la actualidad está volviendo a recuperarse.  

Lo iremos viendo en los meses venideros.
     

Artículos y documentación de referencia

Atilio Borón. "La hipocresía democrática de un traidor", en 27-04-2021 (https://atilioboron.com.ar/la-hipocresia-democratica-de-un-traidor/).
Atilio Borón. "Elecciones presidenciales en Perú: un castillo inexpugnable", Cronicón. El Observatorio Latinoamericano, 9-06-2021 (https://cronicon.net/wp/elecciones-presidenciales-en-peru-un-castillo-inexpugnable/). 
Gilberto Calil. "Mariátegui y la elección de Pedro Castillo en Perú", en Jacobin. América Latina, 8-06-2021 (https://jacobinlat.com/2021/06/08/mariategui-y-la-eleccion-de-pedro-castillo-en-peru/).
Marcos Doudtchitzky. "Pedro Castillo, el candidato de los 'likes invisibles'", en Resumen Latinoamericano, 9-06-2021 (https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/06/09/peru-pedro-castillo-el-candidato-de-los-likes-invisibles/).
Lucas Malaspina y Marcos Doudtchitzky. "Obteniendo una victoria inesperada", en Resumen Latinoamericano, 9-06-2021 (https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/06/09/peru-obteniendo-una-victoria-inesperada/).
Oficina Nacional de Procesos Electorales. "Presentación de resultados. Segunda elección presidencial 2021" (https://www.resultadossep.eleccionesgenerales2021.pe/SEP2021/EleccionesPresidenciales/RePres/T).
Lautaro Rivara. "Del país de los ronderos al postergado sueño plurinacional", en Todos los puentes, 6-05-2021 (https://todoslospuentes.com/2021/05/06/del-peru-de-los-ronderos-al-postergado-sueno-plurinacional/).
Lautaro Rivara. "Lecciones de un maestro peruano", en Rebelión, 11-06-2021 (https://rebelion.org/lecciones-de-un-maestro-peruano/).
Gerardo Szalkowicz. "Pedro Castillo, ¿una esperanza plebeya para América latina?, en Página12, 11-06-2021 (https://www.pagina12.com.ar/347419-pedro-castillo-una-esperanza-plebeya-para-america-latina).
Javier Tolcachier. "La rebelión de los pueblos latinoamericanos y el futuro", en Rebelión, 11-06-2021 (https://rebelion.org/la-rebelion-de-los-pueblos-latinoamericanos-y-el-futuro/).