domingo, 7 de febrero de 2021

La "Colina del Suicidio" y la batalla del Jarama

Febrero de 1937 fue el momento de dos batallas importantes de la Guerra Civil española. Y las provincias de Madrid y Málaga, sus escenarios. Cada una, con resultados diferentes. Ya han sido varias las ocasiones en que he dedicado algunas entradas a lo ocurrido. El año pasado, por ejemplo, fueron dos: "Poesía y música en el recuerdo de la batalla del Jarama", a la provincia castellana, y "'Caballitos de los montes, no bajéis a la playa', que dijo un condenado a muerte después de haber huido por la carretera de Almería", a la andaluza.

En esta ocasión voy a centrarme en un episodio de la batalla del Jarama, relacionado con uno de los lugares donde se desarrolló: lo que se conoció como "Colina del Suicidio". Un nombre llamativo, cuya denominación no refleja con exactitud lo ocurrido, pero sí la dimensión dramática que alcanzó. 

Los intentos de conquistar Madrid

La conquista de la capital de España fue el principal objetivo de las tropas sublevadas, después que el golpe militar de julio de 1936 fracasara y diera lugar a una guerra que habría de durar casi tres años. Varios fueron los intentos que se sucedieron entre el verano de ese año y la primavera del siguiente. El primero, dirigido hacia el norte de la provincia y con el general Mola al frente, fracasó en el mismo verano del 36, quedando estabilizado el frente en las sierras madrileñas, relativamente lejos de la capital. 

Luego, entre noviembre del 36 y febrero del 37, vinieron nuevos intentos, esta vez bajo la dirección del general Franco. En noviembre logró llegar a los límites de la capital por el oeste, pero la defensa heroica bajo el grito de "No pasarán" echó por tierras los planes de la resolución rápida del conflicto bélico que se pretendía. El tercer intento, que también fracasó, tuvo lugar en febrero, en la batalla del Jarama, buscando, mediante un ataque envolvente por el sur y este de la provincia, aislar a la capital. Y hasta hubo un cuarto intento, durante el mes de marzo, desde el noreste y a través de la provincia de Guadalajara. Contó con una importante presencia de tropas italianas -sí, de uno de los dos países aliados fascistas-, que buscaron hacer historia con sus carros de combate y se toparon con la realidad de la resistencia republicana. 

Estos fracasos hicieron desistir a Franco en su afán prioritario por conquistar el "rompeolas de las Españas", como definió Antonio Machado la actitud del pueblo madrileño en esos meses. Y en ello tuvo mucho que ver la progresiva conformación del Ejército Popular, ya mejor dotado y organizado que las milicias que con anterioridad a duras penas pudieron hacer frente los embates de un ejército, el sublevado, fuertemente profesionalizado y experimentado, que contó, además, con la cuantiosa ayuda militar de los gobiernos fascistas alemán e italiano.       

La "Colina del Suicidio"

Hace unos años, en 2003,  mi hermano Seve se hizo cargo de la edición de una obra breve que tituló La colina del suicidio. La XV Brigada Internacional en la Batalla del Jarama. Formada por dos partes, en la primera hace una descripción sucinta de lo que fue la batalla, mientras que en la segunda aparecen diferentes narraciones hechas en su mayoría por combatientes de las Brigadas Internacionales. Si su presencia fue importante en el conjunto de la batalla, a la Brigada XV, que estuvo compuesta por brigadistas británicos e irlandeses, le correspondió luchar en lo que acabó conociéndose como la "Colina del Suicidio".

La XV Brigada, dirigida por general Gal, húngaro de nacimiento, estuvo compuesta por seis batallones: dos lo formaron soldados españoles y los otros cuatro, entre los que estaba el Británico, se nutrió de voluntarios de diversas nacionalidades (británicos, irlandeses, franceses, belgas, yugoslavos, estadounidenses, canadienses, cubanos, etc.). 

Siguiendo la narración de mi hermano, así fue como la XV Brigada participó en la batalla:

"El 7 de febrero salió de Madrigueras (Albacete) rumbo a Chinchón. El 11 recibió la orden de tomar posiciones en el altiplano de Morata. A la mañana siguiente marcharon temprano hasta el cruce de la carretera de Chinchón-Morata. Los camiones llevaron a los voluntarios hasta el Parador de Frascuelo, una venta-restaurante situado medio kilómetro antes del cruce donde tomaron pan y café y llenaron sus cantimploras. El general Gal dispuso el siguiente orden de combate: los batallones debían subir al altiplano para, inmediatamente después, bajar al valle del Jarama; todavía no sabían que las tropas de Asensio habían tomado el Puente de San Martín y avanzaban impetuosamente en sentido contrario hacia el altiplano".     

¿Y por qué el nombre de la "Colina del Suicidio"? Fue el modo como los integrantes del Batallón Británico bautizaron la pérdida de casi las dos terceras partes de sus efectivos durante los primeros días de combate, entre el 12 y el 15 de febrero. Uno de ellos, Frank Ryan, irlandés de nacimiento y que había sido con anterioridad miembro del IRA (Ejército Republicano Irlandés, partidario de la independencia de su país), nos ha dejado su testimonio. Así fue como contó lo que vivió durante esos días:

"Los primeros días de la batalla del Jarama se cobró un alto precio en el Batallón Británico, y especialmente entre sus mandos. En el primer día, el batallón perdió las dos terceras partes de sus jefes y al día siguiente perdió prácticamente el resto. Afortunadamente, de las filas surgieron hombres con capacidad de mando que ocuparon las vacantes, y aunque no fueran tan competentes -porque muchas de las perdidas eran irreparables- al menos cumplieron su función
satisfactoriamente. Desgraciadamente, debido a la confusión de los primeros días de intensa lucha, no se conservan datos de estos hombres que con su sacrificio devolvieron el honor a la clase trabajadora británica, engañada y traicionada por muchos de sus falsos líderes".

Una imagen

La imagen que está al comienzo de la entrada es una pintura al óleo sobre tabla que ha hecho mi propio hermano. Y siguiendo su propia información, se trata de una vista tomada desde la carretera de San Martín de la Vega a Morata de Tajuña. En la parte superior pueden verse algunas de las colinas que se alzan sobre el valle del río Jarama. La situada en primer plano y en el centro se conoce como colina Cónica y a la izquierda se encuentra la "Colina del Suicidio". 

En esas colinas fue donde se asignó al Batallón Británico que frenara el avance de la columna comandada por el general Asensio Cavanillas.  

Una pintura bella, llena del colorido que aporta la llegada de la primavera sobre el valle. Y una forma más de guardar el recuerdo de los miles de muertos que acabaron siendo enterrados tras casi tres semanas de batalla.  

Y una canción

En recuerdo de quienes combatieron allí, quedaran vivos o muertos, nos ha quedado la conocida canción "The Valley of Jarama" ("El valle del Jarama"), cuya música tiene su origen en la melodía popular de EEUU "Red River Valley" ("Valle del río Rojo"). Una de las versiones de su letra acaba de esta manera:

(...) Por favor, haznos un pequeño favor
y lleva este último mensaje a la Brigada:

Nunca te sentirás contento con desconocidos.
No te entenderán como nosotros a ti.
Así que recuerda el Valle del Jarama
y a los ancianos que esperan pacientemente. 

Escuchar la canción en la voz de Woody Guthrie nos lleva a ese momento y, sobre todo, nos ayuda a seguir manteniendo la memoria de quienes allí estuvieron. Héroes de la lucha contra el fascismo.

(Fuente del mapa: http://www.parquelineal.es/historia/guerra-civil/la-batalla-del-jarama/colina-del-suicidio/).