Mariano Rajoy ha dicho que está dispuesto a apoyar a Miquel Iceta si Inés Arrimadas no consigue apoyos para ser investida presidenta de Catalunya. En el caso de que los partidos del 155 consiguieran escaños suficientes, claro, lo que resulta alto improbable. Pero como una posibilidad, no está de más profundizar en el significado de las palabras de Rajoy.
De entrada, no deja de ser una especie de abrazo del oso. Como ya ocurrió en el País Vasco en 2009, cuando Patxi López fue investido lehendakari con el apoyo del PP. Desde entonces el PSE-EE no ha levantado cabeza en ese territorio, a lo que no es ajeno, entre otros factores, esa alianza de gobernabilidad con el PP.
Es cierto que el PSC, con el respaldo de Pedro Sánchez, ha anunciado que no va a apoyar a Inés Arrimadas. Quiere evitar que se le vincule directamente con la derecha y con lo que suponen en Catalunya tanto Ciudadanos como el PP. Éste, por descontado, apoyaría a Arrimadas. Implícitamente Iceta está buscando ser investido president, presentándose como la equidistancia entre el independentismo y los unionistas de derecha. Para ello tendría que contar con el apoyo de Catalunya en Comú. Dadas las circunstancias, resultaría difícil, pues que este grupo también está atrapado por sus contradicciones y entre los bloques independentista y unionista.
Lo cierto es que lo dicho por Rajoy no es producto de la improvisación. La sombra del 155 es bastante alargada. Y de ella forman parte el PSOE y el PSC. Tiene una enorme carga de profundidad, al margen de la probabilidad o no de que se cumpla. Para el PSC y el PSOE podría suponer una muestra más del más que atolladero en que se encuentra sumergida la mayor parte de la antigua socialdemocracia europea, inmersa en una crisis sin precedentes, con pérdida de votos y alejada en casi todos los casos del gobierno. La socialdemocracia del neoliberalismo, que en el caso de España se ha sumado a la tradición centralista encarnada por el PP y Ciudadanos, y en la que también se encuentran a gusto tanto la vieja guardia de González, Guerra y cía como la más nueva de Díaz, Pérez Vara y demás.
El 21 sabremos más cosas. Pero sospecho que, sondeos amañados o cocinados aparte, los resultados no marcarán muchas diferencias sobre la actual correlación de escaños entre los bloques.