viernes, 27 de octubre de 2017

Dos publicaciones sobre la Revolución Rusa

Octubre ha pasado a la historia como el mes de la segunda Revolución Rusa. La protagonizada por el partido Bolchevique que acabó derrocando al gobierno provisional instalado en febrero de 1917, tras la caída del zar, su régimen y la larga herencia de siglos que arrastraba. Pero fue en el octubre del calendario juliano, vigente en ese momento en el imperio ruso. En realidad, siguiendo el calendario por el que nos regimos, el conocido como gregoriano y extendido en el mundo occidental a partir del siglo XVI, esa segunda revolución tuvo lugar en los primeros días del mes siguiente, en noviembre. 

A lo largo de este año, salvo una entrada publicada el primer día de enero, no me he referido a ella. Y no por falta de intención. He leído y releído, por supuesto. No mucho, pero lo suficiente para que seguir dando vueltas a lo ocurrido en 1917 y lo que vino después. Entre las publicaciones nuevas he sido parco. Ignoro la razón última, pero posiblemente porque en muchos casos lo que ha salido ha sido producto del oportunismo comercial de las editoriales. 


Voy a destacar dos publicaciones que he leído con detenimiento. Una es el libro 1917. La revolución rusa cien años después (Madrid, Akal), coordinada por Juan Andrade y Fernando Hernández Sánchez, e integrado por 20 artículos, cada uno de autoría diferente, una "Introducción" de Andrade y un "Epílogo" de Hernández Sánchez. Están ordenados en cuatro partes, correspondiendo cada una a los distintos tiempos del proceso: el previo a la revolución a la revolución de octubre y el estallido y lo que supuso de inmediato, la expansión y el eco que produjo en las dos décadas siguientes, los tiempos del auge y el ocaso del mundo creado, y  las percepciones que se tienen hoy. 


Entre tantos artículos, puede destacarse lo que Enzo Traverso, en "Historizando el comunismo", resalta: "comunismo es una palabra ambigua", porque refleja una extrema diversidad en sus expresiones (ruso, chino, italiano, cubano...), "más bien un mosaico de comunismos" (p. 617). 

El "Epílogo", con el título de "El aliento de Lukanikos: percepciones de Octubre a lo largo del siglo", intenta ser una síntesis de todo lo anterior desde la mirada de las distintas interpretaciones sobre lo ocurrido. La alusión a Lukanikos, un conocido perro que estuvo presente y fue protagonista en las movilizaciones griegas contra el rescate financiero, busca ser la metáfora de lo que el autor considera que puede marcar el futuro próximo: "el nuevo movimiento transformador será un movimiento mestizo y cimarrón, de nadie y de todos, de nuevo tipo, pero con historia a cuestas, con el olfato alerta para alinearse en el lado correcto y ocupar su lugar en la plaza" (p. 658). 

La segunda publicación es un dosier especial de Le Monde Diplomatique (n. 214, octubre), titulado La revolución rusa a examen, compuesto por ocho artículos de autoría variada y tres cuadros complementarios (de cronología, acontecimientos relevantes y grupos políticos). No esta de más mencionar el artículo de Guillaume Fondu "Hello, Lenin!", fuera del dosier y dentro de la sección En los libros, donde se hace referencia a seis libros sobre la revolución rusa que resultan de interés para el autor.

Serge Halimi, director de la publicación y autor del artículo "El siglo de Lenin", pone el acento en un aspecto que toma de Jean-Denis Bredin, un abogado francés de centro-izquierda que en 1991, en plena implosión del mundo comunista, escribió lo siguiente: "¿Es posible afirmar que a todos estos testarudos, a estos sectarios, a estos incansables huelguistas, a estos invasores de nuestras fábricas y nuestras calles que alentaban el desorden, a estos obstinados que no paraban de alentar reformas soñando con la revolución, a estos marxistas, a contracorriente de la historia, que quitaron el sueño al capitalismo, les debemos mucho?".

No me buscado extenderme sobre las dos publicaciones, porque me hubiera resultaría difícil, teniendo en cuenta la diversidad de temas tratados. Y quizás esto último sea lo que les dé mayor interés, independientemente del resultado que cada uno pueda tener.  


(Imagen: cartel de Alexander Rodchenko).