martes, 2 de septiembre de 2014

Los desvaríos de Alfonso Guerra

Alfonso Guerra está preocupado. En una entrevista publicada por la revista Tiempo ha hablado del peligro de los neofascismos y los neocomunismos. De estos últimos ha dicho que se trata de "movimientos que, con otros nombres actualizados, proceden de la cultura comunista", lo que supone una mención implícita a Podemos. A IU -su otrora bicha- ya ni la nombra. Considera Guerra que es la troika la que ha llevado a la actual situación en Europa, induciendo a los gobiernos a desarrollar políticas económicas que "imponen normas presupuestarias de contención de gasto mientras alientan grandes beneficios de las corporaciones financieras y sus gerentes". Propone para ello un pacto entre socialdemócratas y conservadores, léase, en el caso de España, entre PSOE y PP. Ya su compañero González aludió a ello en el mes de mayo. En Alemania están gobernando el SPD y la CDU dentro de la llamada gran coalición. Y todo esto lo ha soltado Guerra sin que se le caiga la cara de vergüenza, como si la cosa no fuera con él. El que se consideraba a sí mismo paladín de la ortodoxia socialista en su partido durante la época de Felipe González nos viene a ahora con unas lecciones extrañas, intentando aunar una "actitud antitroika" con el pacto de los partidos del sistema. Un oximoron. También, desvaríos. Y, por supuesto, conservando su anticomunismo feroz.