martes, 5 de diciembre de 2017

Diálogo sobre la corrupción y la justicia

-El PP irá al banquillo. 
-¿Por corrupción? 
-No, por destrucción de pruebas que le incriminaban por corrupción.
-Explícate.
-Uno de los jueces que han estado actuado en la causa de Javier Bárcenas, un tal Ruz, solicitó hace unos años al PP que le facilitara los ordenadores en los que operaba su antiguo tesorero en la sede central del partido. Después de varias semanas mareando la perdiz, el juez hubo de enviar a un grupo de policías para que se hicieran con ellos. Y cuál fue la sorpresa que se descubrió que los discos duros fueron formateados y hasta golpeados a martillazos para que no quedaran rastros de lo que contenían.
-Ya. ¿Y qué pasará ahora?
-Pues que la jueza que lleva ahora el caso ha decidido que se trata de un delito de ocultación de pruebas en una investigación judicial que califica de grave.
-¿Y quién se va a sentar en el banquillo? 
-No lo sé. Me imagino que la tesorera actual y algún informático.
-¿Y el jefe? Vamos, Rajoy... o la Cospedal, que era y sigue siendo la secretaria general.
-Pues, como suele ser habitual, seguirán en su puestos como si nada.
-Ya.
-Cosas de la ley. Quienes se conocen los recovecos, saben lo que hacer. Hay toda una maquinaria de profesionales de la abogacía que se las saben todas y se forran por ello. Y luego están los aparatos del estado, con los servicios jurídicos de la abogacía del estado y el aparato judicial. El primero, el de la abogacía del estado, es un cuerpo al servicio de quien manda, siempre que sea parte del sistema y, sobre todo, de la clase dominante. Llevan a su servicio desde el siglo XIX. Por parte de la fiscalía, a quien le corresponde tomar las iniciativas para denunciar delitos, están quienes suelen ser muy diligentes para unas cosas y quienes no ven nada en otras. Y entre quienes tienen que juzgar, también hay de todo. 
-¿Entonces qué pasará?
-Ya veremos. Pero lo que sí es seguro es que hasta ahora el PP, con sus dirigentes a la cabeza, sigue saliendo de rositas. El número de militantes y cargos públicos bien que se les haya imputado o bien castigado es muy elevado. Algunas consideraciones por parte de la fiscal en el caso Gürtel son muy claras. También las declaraciones en el Congreso del inspector jefe de la UCO cuando se refería al cobro de sobresueldos por la cúpula del PP.
-Todo está a su favor. Jueces, su electorado, muchos medios de comunicación...
-Bueno, más que jueces, importantes sectores del sistema judicial. En éste hay de todo, aunque la mayoría, quizás, cojea del mismo pie. En buena parte sus orígenes sociales son elitistas y su ideología es conservadora. Por eso seguimos viendo en la cárcel a los nuevos "robagallinas", que son la inmensa mayoría, pero también están o han pasado por ella personas vinculadas a la izquierda o que son insumisas del poder: tuiteras, titiriteras, cantantes, independentistas, manifestantes..., con acusaciones de apología del terrorismo o de la violencia, humillación de las víctimas... 
-Sí y la gente sigue votando al PP.
-O lo hace a Ciudadanos, que parece ser su relevo generacional. El PP se basa en la gente mayor, pero el partido de Rivera tiene más apoyos en tramos de edad más jóvenes. Y aunque este partido se muestre en contra de la corrupción, participa del sistema como el que más. Si se produjera un sorpasso en la derecha, seguiríamos dentro del mismo tipo de medidas económicas: neoliberales y en favor de la gente rica; pero caminaríamos también hacia una recentralización del estado.
-He oído que en otros países no se hubiera permitido que Rajoy y demás siguieran en sus puestos.
-Está mal visto que existan sospechas sobre cualquier delito o irregularidad. Pero aquí nunca pasa nada, entre otras cosas porque se lo permite la gente. No existe eso de la responsabilidad política. Pero lo más importante es que los delitos existen y siguen impunes quienes los han cometido.