Ayer a quien le tocó sufrir varios improperios fue a Ada Colau, portavoz de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas. El trío de la derechona pepera que conforman Francisco Marhuenda (La Razón), Eduardo Inda (El Mundo) y Alfonso Rojo (Periodista Digital) no tuvo piedad a la hora de querer desacreditar las denuncias de Colau sobre la situación dramática que están viviendo en España millones de personas. Para esos periodistas todo es demagogia, exageración o simplemente mentira. Argumentos, pocos, que no sea el repetir los datos oficiales, o recurrir al insulto y la difamación. Marhuenda le preguntó a Colau si había trabajado alguna vez. Rojo no tuvo otra cosa que decir para rebatirla palabras como éstas: "si vamos a lo personal, usted está gordita para el hambre que se pasa”. Inda volvió a insistir en la vinculación de la PAH con ETA, solicitando a Colau que pidiera perdón a las víctimas. Los tres volvieron a hacer gala de sus permanentes interrupciones a quienes discrepan de sus opiniones, actuando como si fueran lobos de una jauría. La temperatura del programa subió tanto, que hasta el propio presentador tuvo que ponerse algo más serio. Quizás por las quejas desde el público y por la información que le llegaba desde el control del programa, consciente de lo que se decía a través de las redes sociales, hubo un momento en que le tuvo que decir a Rojo que pidiera disculpas por el insulto machista a Colau acerca de su gordura. Dentro de su chulería y permanente provocación, el director de Periodista Digital acabó siendo expulsado de ese debate. El mismo presentador tuvo que pedir finalmente a los espectadores y a la propia Colau disculpas por lo ocurrido, lo que reiteró después en su cuenta de twitter.
No hubo nada nuevo. Es lo que se repite sin cesar en los diversos programas de debate televisivos. Sobre todo en los del llamado "tdt party", pero también en la propia La Sexta. En otras ocasiones ha sido Pablo Iglesias el objeto de los insultos y las insidias. Ayer le tocó a Colau. Juan Tortosa ha escrito hoy una columna en Público ("Machismo y grosería") muy esclarecedora de lo ocurrido.
La actitud de Colau fue en todo momento digna. Al aluvión de datos que expuso sobre la realidad, añadió contundencia a la hora de defenderlos. Lejos de ser una demagoga, fue fiel portavoz de quienes están sufriendo el paro, la precariedad laboral, la falta o la expulsión de sus viviendas, los cortes de luz, las carencias en la alimentación, los suicidios... Que no es poca gente. Fue una voz que denunció, así mismo, la avaricia de quienes más tienen y de quienes nos gobiernan. Por negar esa realidad le dijo a Marhuenda: "no sabe de lo que está hablando y si lo sabe, es usted un desalmado". Y a Rojo: "pregúntese por qué, dónde vive y con quién se relaciona".
Las protestas en las redes sociales han debido de ser grandes. Infolibre habla de ello en la crónica que ofrece hoy sobre el programa. Siguiendo a este medio digital, la propia Colau ha escrito varios mensajes. En el primero dijo: "Hacia un año que no me invitaban a laSexta Noche, pero si es para llamarme demagoga, gorda y etarra, creo que prefiero no volver". Después, haciendo alarde de autoestima, añadió: "¡Que vivan las gorditas de