El pasado martes Joan Coscubiela, en nombre de Izquierda Plural, estaba interpelando a Mariano Rajoy en el debate sobre la decisión del Parlamento de Cataluña sobre el derecho a la consulta, cuando hubo un momento en que interrumpió su intervención al ver cómo el jefe del gobierno y la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría se estaban dedicando a hablar por teléfono. La crítica pública que les hizo no cayó bien a quien en ese momento presidía el Congreso, Celia Villalobos, que abroncó al diputado catalán por referirse a ese hecho, instándolo además a que se dirigiera a la cámara, de quien decía que era el destinatario de sus palabras. Nunca mejor dicho que ver para creer.