¿Fue un éxito la huelga general? Está por ver. El número de huelguistas: ¿alguien lo sabe? Ayer mismo, pensando, me vino a la cabeza la audiencia de la final del último mundial de fútbol: unos quince millones de personas. Es decir, un tercio aproximado de la población española en un evento deportivo en el que la mayoría se podía sentir identificada con su selección y en el deporte más seguido por la población. Una selección que no tuvo a todos los grupos mediáticos empresariales hostigando a los sindicatos de una forma permanente. Que no paró de incentivar al miedo con lo de los piquetes violentos y demás monsergas, cuando no de airear tonterías de todo tipo. Pues mira, el que todo un país estuviera pendiente de la huelga general, como huelguista o como esquirol, ya se puede considerar un éxito para quienes la propusieron y, por supuesto, para quienes la secundaron. ¿Los resultados? están por ver. Pero que conste que lo que ha hecho el gobierno en mayo, primero, y en septiembre, después, son los primeros pasos de la nueva ofensiva lanzada contra las conquistas sociales obtenidas a base de lucha y sacrificios. Y si no al tiempo. Otra cosa será lo que la gente quiera hacer, cómo pueda responder, hasta dónde está a punto de llegar...