viernes, 17 de abril de 2020

Un acercamiento al mundo del arte: 1) tres obras de tres artistas varones














El pasado 15 de abril fue el Día Mundial del Arte. Estuve dándole vueltas sobre qué escribir para la ocasión, pero no fui capaz de hacerlo, ni tan siquiera de encontrar algunas imágenes que pudieran inspirarme. Ayer por la tarde me topé con tres imágenes que en su día me sirvieron para utilizarlas para mis clases de Historia del Arte en los primeros días del curso académico. Ahora las he aprovechado para dedicar unas líneas al arte como manifestación humana. 

Elegí en su momento tres obras de pintura o, más bien, un fragmento de cada una de esas obras: de Velázquez, "El bufón Calabacillas"; de Goya,  "La romería de San Isidro"; y Picasso, "Guernica". Aunque para mí estamos ante los tres pintores más representativos -y no tengo miedo en decirlo-, las dos primeras no están entre las más reconocidas de sus autores, cosa que sí ocurre con el "Guernica". Pero eso es lo de menos, porque lo que yo pretendí en su momento no fue tanto destacar las obras en sí, como lo que se desprende de ellas, si nos atenemos a lo que ha solido ser el objeto y el destino de la creación artística a lo largo de la historia. 

En las tres obras seleccionadas no estamos ante divinidades, monarcas, guerreros, héroes y heroínas, miembros de la nobleza, santidades... Ni tampoco ante sus gestas, leyendas, milagros, mensajes, advertencias... Por el contrario, se trata de gente común, de esa que ha conformado, y así sigue siendo, la mayoría de las sociedades. 











































En la obra de Velázquez, "El bufón Calabacillas", aparece un único personaje, un bufón de la corte en el que se pueden observar claras señales de discapacidad, pero que nos sonríe y al que el artista, retratándolo como hacía con cualquier otro miembro del Palacio Real, eleva en su dignidad humana. Los encajes de su cuello y sus puños, construidos a base de unas geniales pinceladas sueltas, nos recuerdan la gorguera y las puñetas que se usaban entre los distintos estratos de la nobleza. Velázquez había regresado de su primer viaje a Italia, donde observó lo que allí se hacía. Y fue con "sus" bufones con los que experimentó una técnica de trazos libres y cuasi líquidos que con el tiempo iría aplicando sobre otros personajes de la corte, como las infantas o la reina Mariana de Austria, o sobre sí mismo.   


Con "La Romería de San Isidro", de Goya, estamos ante un tropel de personas, dispuestas en diferentes grupos, que caminan hasta perderse en la lejanía. De regreso de una romería popular, en un primer plano hay un grupo de personas, ebrias en su mayoría, que cantan -unas- o callan- otras-, destacando por sus gestos la figura de un hombre con una guitarra, del que no sabemos si la está golpeando o rasgueando. Pintadas a base de trazos anchos y colores ocres, grises, blancos y negros, sus rostros se muestran difusos y deformes. Contrastan con la seriedad y la austeridad del grupo que está situado en el segundo plano, formado por gente "de bien y de orden" que está ataviada con capas y sombreros -ellos- y vestidos largos y pañuelos -ellas. "es una obra que forma parte de esa colección de Pinturas negras que el artista creó durante los años del Trienio Liberal y dejó plasmadas sobre las paredes de lo que fue la vivienda de Goya durante esos años. Todo un mundo de sátiras socio-religiosas y denuncias políticas, resaltadas a base de una técnica de pinceladas anchas y el empleo de los no colores, que no hace sino reflejar unos tiempos turbulentos que van dejando atrás lo caduco sin que atisbe lo que podría ser el futuro.  



El "Guernica" de Picasso posiblemente sea la obra más universal del siglo XX. Un
lienzo que simula ser un mural, pintado a base de tonalidades grises. Hay cinco figuras humanas que sufren el horror de la guerra: la madre que lanza un grito desgarrador con el hijo muerto en sus brazos; el soldado/artista que está muerto sobre el suelo; la mujer herida que camina medio arrastrándose; y, un guiño a los "Fusilamientos" de Goya, la mujer que clama al cielo levantando sus manos. Y hay una sexta figura, la que porta el quinqué para reforzar la iluminación de la escena: ¿la fotógrafa Dora Maar, testigo con su cámara del proceso creativo de la obra, o quizás también la diosa Venus, que con su presencia quiere mostrarnos la destrucción de la belleza? Hay también tres figuras alegóricas con formas  animales: la yegua herida, que representa el pueblo/la república agonizante; el toro que observa sorprendido lo que está ocurriendo, pero que "no es el fascismo"; y ese ave, que es un pegasillo, que recién salido del vientre de su madre intenta volar, pero es herido. Estamos ante el horror de la guerra y con ella la destrucción de la humanidad y del arte. ¿Y quién ejecutó el bombardeó? Cuando en el París ocupado un oficial alemán le preguntó a Picasso si había hecho "eso", refiriéndose al Guernica", la respuesta fue: "No lo he hecho yo, lo han hecho ustedes".

Dos obras, "El bufón Calabacillas" y "La romería de San Isidro", que nos llevan a la concepción pictórica de la pintura, tan presente desde que los pintores venecianos del siglo XVI quisieron que sus pinceles o espátulas aportaran una dosis de mayor libertad a su creatividad. Una concepción que llegó a la Península de manos de El Greco, que en el siglo siguiente el propio Velázquez descubrió cuando pisó el suelo italiano y que desde finales del XVIII Goya empezó a llevar a sus últimas consecuencias. Y una tercera, "Guernica", que enmarcada en la tradición clasicista de la línea y de la composición, pertenece a un artista que fue capaz de romper con el paradigma de ver lo que en realidad no vemos, para desmenuzar la realidad en cuantos planos se necesiten para

poder percibirla. 



Tres artistas, que podían haber sido otros u otras en medio de una pléyade tan inabarcable. Y tres obras, que podrían haber sido otras. Pero, ante todo, tres manifestaciones de que en el arte pueden encontrarse formas, significados o  anhelos diferentes que nos permitan ver la dimensión humana que nunca les ha faltado.


(Las tres últimas imágenes se corresponden con autorretratos de los tres artistas: fragmento de “Las meninas”, de Velázquez; “Autorretrato” de 1815, de Goya; y “Autorretrato” de 1907, de Picasso).


Post data 


Esta entrada y la segunda parte, de 18-04-2020, han sido publicadas  con el título "Un acercamiento al mundo del arte a través de seis obras" en la revista electrónica Rebelión, con fecha el 24-04-2020 (https://rebelion.org/wp-content/uploads/2020/04/1-5.pdf).