miércoles, 2 de febrero de 2022

En el Día Internacional de los Humedales, seguir insistiendo para recuperar la laguna de La Janda


Han sido dos veces las que he transitado por el interior de lo que en su día fue la laguna de La Janda. En las dos ocasiones lo he hecho con motivo del Día Mundial de los Humedales, por lo que el motivo de mi presencia estaba relacionado con la reivindicación se su recuperación como el espacio natural perdido a finales de los años cincuenta. 
En 2019 le dediqué la entrada "Paseando, y reivindicando, por las lagunas de La Janda", recordando la fascinación que me suscitó cuando llegué, para instalarme, a estas tierras del sur peninsular, allá por 1989. 

El sábado pasado asistí a un acto reivindicativo, relacionado con el Día Mundial de los Humedales y convocado por varios grupos ecologistas de la provincia. Y de nuevo teniendo a la laguna de La Janda como foco de atención. En esta ocasión participé en el acto que tuvo lugar en Barbate, uno más de los que  sucesivamente se llevaron a cabo en otros municipios de la comarca.

Y es que sigue pendiente la recuperación de un espacio natural que en las décadas de los cuarenta y cincuenta sufrió el proceso de desecación con fines económicos que acabó con buena parte de su valor ecológico y, en cierta medida, único. La fiebre desarrollista de esos años hizo que se reconvirtiera en unas tierras de labor con aprovechamiento intensivo. Además, el régimen franquista dejó en ellas otra de sus marcas: el latifundismo. Y así, hasta nuestros días.

Lo que fue la laguna es hoy una impresionante hondonada vacía que se sitúa entre la suavidad de las alturas que la rodean: las sierras de San Bartolomé y Fates, al sureste; las de la Momia y Blanquilla, al noreste; la loma de Benalup-Casas Viejas, al norte; el cerro de Vejer de la Frontera y la sierra de Granada, al oeste; y la sierra del Retín, al sur. Estamos en realidad ante un humedal conformado por un complejo de lagunas de diferentes tamaños, que reciben, a su vez, sus nombres como Jandilla, Espartinas, Rehuelga o La Janda, siendo esta última la de mayor extensión. De ahí que, con mayor propiedad, resulte más correcto utilizar la denominación en plural. 

Las lagunas ocupan una depresión de origen tectónico, formadas en la etapa final de la era Cuaternaria, la del Holoceno, cuando se obstruyó la salida al mar de las aguas provenientes de varios ríos: el Barbate, el principal, pero también el Celemín y el Almodóvar. Dependiendo de la estación del año, la ocupación de las aguas de las lagunas variaba, pero en todo momento era un medio donde la diversidad de flora y fauna, especialmente de aves, se erigía en su principal riqueza. 

Pese a la ocupación principal que tiene con fines agrícolas, sigue siendo un lugar de paso de las aves que migran estacionalmente entre los continentes europeo y africano, dada su ubicación estratégica en la parte más meridional de la Península y en el entorno del estrecho de Gibraltar.