martes, 27 de noviembre de 2018

Morir en Madrid (por culpa de un desahucio)

No, no se trata del título de la conocida película de Frédéric Rossif, sino de lo que ocurrió ayer en la capital de España. El suicidio de una mujer de 65 años, Alicia, que se tiró del quinto piso donde residía en alquiler cuando iba a ser desahuciada. Es lo que ocurre en este país nuestro, donde el derecho a la vivienda sólo existe sobre el papel. Donde priman los intereses de las inmobiliarias y de los bancos para hacer de la vivienda una mercancía dejada al mejor postor. Un país lleno de patriotas que hacen de su banderita el espejo de su vida, mientras se aprovechan con su dinero de quienes apenas tienen donde caerse. No es la única persona que ha optado por esa vía tan drástica. Son muchas las que mueren de una forma u otra por su sufrir ese tipo de violencia. La que se deriva de una injusticia tan flagrante. Son la expresión de la desesperación de un mundo cada vez más insensible ante el dolor ajeno, ciego ante quienes lo provocan.