Sospecho que la fisura en el PSOE es grande y que, pase lo que pase, se producirá un distanciamiento de la parte perdedora. Salvando las distancias, lo ocurrido en Francia acerca del comportamiento de buena parte de la dirigencia de PSF, nos da algunas pistas: ¿ha apoyado a Benoit Hamon, el candidato oficial, vencedor de las primarias?, ¿o ha preferido a Emmanuel Macron, el tapado de François Hollande, Manuel Valls y demás?
El sino de la antigua socialdemocracia, devenida desde hace tiempo en social-liberalismo y finalmente en neoliberalismo puro y duro, está decantándose por un camino más que tortuoso. Dentro de un par de semanas sabremos si la militancia respetará lo reflejado en los avales o si éstos no han dejado de ser más que un mero compromiso. Dos semanas para salir de dudas, que no son pocas.