Señor,
Rey de las cosas:
En tu fiesta, este año, se crucifican
las alegrías todas de Jerusalén.
En tu fiesta, este año,
Señor,
enmudecieron todas las campanas.
Desde hace dos mil años.
Desde hace dos mil años,
para callar en éste solamente.
Todos los campanarios están de luto,
y la negrura envuélvese en negrura.
Por la Vía Dolorosa,
Jerusalén entera es azotada
bajo la cruz de la pasión,
sangra bajo la mano del verdugo.
Y el mundo es un corazón cerrado al drama.
Indiferente y rígido,
Señor,
ciego y descarriado,
no ha alzado ni una vela en el desastre,
no ha vertido una lágrima
con que lavar las penas de Jerusalén.
Señor:
Los viñadores han asesinado al heredero,
y robado las viñas.
El pájaro del crimen puso alas
a los pecadores del mundo,
y ha volado
manchando a la inmaculada Jerusalén,
cual demonio maldito
que odia hasta Satanás.
Señor
y Gloria de Jerusalén:
del pozo de las penas,
del abismo,
del fondo de la noche
y el corazón del ¡ay!,
se alza hasta ti el lamento de Jerusalén.
¡Apiádate, Señor,
y apártale este Cáliz.
(Fadwa Tuqan; Palestina, 1969)
Navidad en Gaza
Navidad en Gaza
He apagado las luces y devuelto
la impostada alegría.
En un cielo siniestro, sin estrellas,
pájaros de metal siembran la muerte.
Todo queda tan lejos, tan ajeno…
Nada- ni la vergüenza -nos impide
seguir con nuestra farsa, con la fría
celebración festiva.
Entre miles de niños
que han sido asesinados,
una espantosa orgía
de luces, de canciones,
como responso fúnebre.
(José Antonio Rodríguez Fernández; España, 2023)
Villancico
Bajo la estela luminosa
de un misil
está naciendo un niño
en Palestina.
¿O es una niña?
Algunos dicen:
he ahí El Mesías.
¿Podría ser mujer?
Han venido desde Occidente tres periodistas,
murieron dos, por balas israelíes.
No hay burro.
No hay vaca.
No hay pesebre.
Miedo al prójimo.
Netanyahu, Herodes que nunca duerme, suspira.
Biden, Pilatos lavándose las manos, delira.
Moisés separó las aguas del Mar Rojo. Ahora hay otro mar rojo.
El nuevo Mesías tendrá que unir Cisjordania y la Franja de Gaza.
Tendrá que unir Palestina.
¿Lo crucificará, sin saber quién es,
el ladrón entre dos Cristos que destruye Palestina?
la impostada alegría.
En un cielo siniestro, sin estrellas,
pájaros de metal siembran la muerte.
Todo queda tan lejos, tan ajeno…
Nada- ni la vergüenza -nos impide
seguir con nuestra farsa, con la fría
celebración festiva.
Entre miles de niños
que han sido asesinados,
una espantosa orgía
de luces, de canciones,
como responso fúnebre.
(José Antonio Rodríguez Fernández; España, 2023)
Villancico
Bajo la estela luminosa
de un misil
está naciendo un niño
en Palestina.
¿O es una niña?
Algunos dicen:
he ahí El Mesías.
¿Podría ser mujer?
Han venido desde Occidente tres periodistas,
murieron dos, por balas israelíes.
No hay burro.
No hay vaca.
No hay pesebre.
Miedo al prójimo.
Netanyahu, Herodes que nunca duerme, suspira.
Biden, Pilatos lavándose las manos, delira.
Moisés separó las aguas del Mar Rojo. Ahora hay otro mar rojo.
El nuevo Mesías tendrá que unir Cisjordania y la Franja de Gaza.
Tendrá que unir Palestina.
¿Lo crucificará, sin saber quién es,
el ladrón entre dos Cristos que destruye Palestina?
(Miguel Gil Castro; Perú, 2025)
