miércoles, 13 de diciembre de 2023

Una visita a Éibar llena de recuerdos

 

Éibar fue el municipio pionero en la proclamación de la Segunda República. Se adelantó unas horas a Madrid. Fue en la madrugada del 14 de abril de 1931, dos días después de las elecciones municipales, cuando los concejales de la coalición republicano-socialista de la villa guipuzcoana decidieron poner fin a la monarquía borbónica. Casi al unísono del municipio leonés de Sahagún y del oscense de Jaca. Horas después, ya por la tarde, los eibarreses y las eibarresas volvieron a celebrarlo, cuando supieron que la capital española lo había hecho oficialmente y muchos más municipios del país lo secundaran. Se inició, así, el apoteosis de las banderas tricolores enarboladas en un ambiente festivo por las calles y plazas. 


Años después, en su exilio venezolano, el escritor eibarrés Toribio Echevarría dejó reflejado ese momento en su libro Viaje por el país de los recuerdos:

" (...) antes de las seis de la mañana habíase congregado el pueblo en la plaza que se iba a llamar de la República, y los concejales electos del domingo, por su parte, habiéndose presentado en la Casa Consistorial con la intención de hacer valer su investidura desde aquel instante, se constituyeron en sesión solemne, acordando por unanimidad proclamar la República. Acto seguido fue izada la bandera tricolor en el balcón central del ayuntamiento, y Juan de los Toyos dio cuenta desde él al pueblo congregado, que a partir de aquella hora los españoles estábamos viviendo en República".


Hace unos días estuvimos en Éibar. Fue una visita entrañable, que contó con la amabilidad de Marian, Xabi, Marisol y Rubén. Recorrimos algunas de sus calles, vimos algunos de sus rincones, nos detuvimos en la fachada del  legendario Ayuntamiento, compartimos un vino en lo que fue la antigua Casa del Pueblo... Y no faltó una espléndida comida ofrecida por Xabi y Marian en una sociedad gastronómica... También afloraron los recuerdos. Los propios, los de familiares, los de las amistades... Y algunos -sí, así fue- de gente que, en común, sabíamos de lo ocurrido o hasta conocíamos. Nos acordamos de ese Roberto Pérez Jáuregui baleado en diciembre de 1970; de las hermanas Arranz y su hermano, una de las cuales estudió en Salamanca; de María José, amante de Zahara de los Atunes y asidua de la memoria de la "desbandá" malagueña... 

¡Como para olvidarnos de Éibar!