domingo, 14 de diciembre de 2014

Previsiones electorales y singularidad de Andalucía

El mapa político en Andalucía está que arde. Después de los resultados de las elecciones generales de 2011 y las autonómicas de 2012, con un PP en la cresta de la ola, el panorama ha ido cambiando. Ya en abril de 2012 se produjo cierta recomposición del electorado, en detrimento del PP. El miedo a una acumulación de poder por este partido, que ya había empezado a gobernar desde Madrid con un fuerte ardor neoliberal, hizo que la suma de escaños de PSOE e IU facilitara un pacto de gobierno. En los meses siguientes los sondeos electorales en Andalucía fueron dando al PP una pérdida de apoyos, a la vez que el PSOE se aprovechaba de ellos. IU, por su parte, fue subiendo gracias al desplazamiento de potenciales votos provenientes del PSOE. 

La irrupción de Podemos, sin embargo, ha trastocado las cosas. Ya dio su primer aviso en las europeas de mayo cuando obtuvo el 7,1% de los votos, aunque todavía por debajo de IU, que alcanzó el 11,6%. Lo que ha ocurrido después, tanto en el conjunto del estado como en Andalucía, ha sido un fuerte crecimiento en su intención de voto, hasta el punto de situarse entre la primera y segunda posición, alterando así profundamente el mapa político basado en el bipartidismo.

El debate en IU

Estos días se está discutiendo en el seno de IU el balance de los dos años y medio del gobierno de coalición andaluz, en el que se hace una valoración globalmente positiva, independientemente de los puntos oscuros. En el documento en discusión se hace referencia a un gobierno de resistencia frente a la ofensiva neoliberal del gobierno central del PP y su política de recentralización presupuestaria. Se destaca la labor realizada desde las consejerías en manos de IU (Administración Local y Relaciones Institucionales, Fomento y Vivienda, y Turismo y Comercio), especialmente en lo referente a la política en materia de vivienda. Sobre esto último se resalta la crisis ocasionada en el pasado mes de abril tras el asunto de la Corrala sevillana, calificando lo ocurrido como de deslealtad por parte de la presidenta de la Junta de Andalucía y su grupo. En lo concerniente a los nuevos presupuestos se considera un avance el acuerdo en torno a la creación de una banca pública andaluza y de un banco público de tierras, además de la introducción de una renta básica. El coordinador andaluz, Antonio Maíllo, es el principal valedor de esta posición, pero desde la vigilancia de que se cumpla lo pactado.  

Estos días también ha aparecido paralelamente un escrito, apoyado por Julio Anguita, que defiende la salida de IU del gobierno andaluz. Es una postura que el antiguo dirigente de IU lleva defendiendo desde el primer momento, así como también la CUT de Sánchez Gordillo. En el escrito se considera incongruente estar en un gobierno en el que el PSOE es responsable de hechos como los casos graves de corrupción en que está inmerso o el haber participado del bipartidismo. Se pide, por otro lado, un mayor acercamiento hacia Podemos, con el fin de conformar una alternativa a la actual situación.

Previsiones electorales

Hoy se ha publicado una encuesta en los medios de comunicación del Grupo Joly, donde se traza un panorama político bastante llamativo. Aunque la encuesta en realidad está orientada a las elecciones autonómicas, se alude muy sucintamente a las generales, de las que apenas se ofrecen datos, excepto que Podemos sería el primer grupo en intención de voto, seguido de PP, PSOE e IU. 

El mapa político que dibuja la encuesta para el Parlamento de Andalucía hace que esta comunidad tenga una especificidad sobre el conjunto del estado y sobre otras comunidades. De entrada, estas son las previsiones que se ofrecen: PSOE, 30,9%; PP, 24,9%; Podemos, 17,4%; IU, 12,8%; y UPyD, 4,8%. Como se puede observar, el PSOE recuperaría el primer puesto, aunque con pérdida de apoyos; el PP seguiría en su progresivo descenso, lejos de los resultados de 2011 y 2012; Podemos irrumpiría en el Parlamento, pero lejos de su media estatal; e IU obtendría una representación bastante digna, superior a la de 2012 y bastante superior a los sondeos que se hacen de cara a las elecciones generales en el conjunto del estado.

Resulta evidente que en la recomposición del mapa político el PSOE recuperaría buena parte de los sectores moderados de la sociedad a costa del PP. Tendría, sin embargo, fugas importantes por su izquierda, de las que se favorecerían tanto Podemos como IU. Podemos también se aprovecharía de votos provenientes del PP e incluso de IU. Se resalta, así mismo, la movilización por Podemos de abstencionistas y votantes en nulo y en blanco, así como apoyos entre el nuevo electorado. 

Llama la atención también la consolidación de IU, pese al desgaste que le podría estar ocasionando en el electorado más a la izquierda su presencia en el gobierno andaluz y, ante todo, la presión que está ejerciendo Podemos. El limitado crecimiento de este último grupo estaría, pues, en la resistencia que ofrecería IU para mantener, e incluso mejorar, el suyo. Es más, la suma de ambos grupos está en torno al 30% de los votos, similar al PSOE. El desplazamiento hacia la izquierda parece claro.       

Puede decirse que Susana Díaz se está convirtiendo en un seguro entre los sectores sociales y políticos moderados, con freno de las veleidades más radicales que representan IU y Podemos. Es lo que se refleja en la encuesta a la hora de optar por un pacto de gobierno entre PP y PSOE, que tendría el 26,3% de apoyos. En todo caso no se trataría de un respaldo numeroso, que además provendría en su mayor parte del electorado del PP. Las otras opciones que se han ofrecido en el sondeo han sido a dos bandas, de manera que le seguirían pactos PSOE-IU (24,9%), IU-Podemos (18,8%) o PSOE-Podemos (10%). Está por ver cuál hubiera sido la respuesta sobre un acuerdo a tres bandas entre PSOE, Podemos e IU. 

Todo está en el aire, pero hay vida desde la izquierda

La situación está en el aire. Todavía queda mucho para que tengan lugar las próximas elecciones andaluzas. Antes llegarán las municipales y las autonómicas de las otras comunidades (sin contar Cataluña, el País Vasco y Galicia), y, por supuesto, las generales, a las que le quedan menos de un año. En todo caso la encuesta del grupo Joly refleja un panorama singular para Andalucía: un PP bastante debilitado, un PSOE relativamente fuerte y a su izquierda dos grupos donde la distancia es menor que en otros lugares y la suma entre ambos superior. 

Cualquier posibilidad de cambio progresista pasa en Andalucía por entendimientos entre los grupos de izquierda. Podemos e IU sumarían, por ahora, prácticamente lo mismo que el PSOE. Que no es poco.