miércoles, 16 de mayo de 2012

No me ha gustado cómo ha empezado la cosa en Andalucía

No me han gustado las medidas tomadas por el nuevo gobierno andaluz. Son claramente de ajuste. Lo es la rebaja de los ingresos de las personas que trabajan en la administración pública, la disminución de la jornada laboral y el correspondiente en sueldo del personal interino, los recortes en diversos apartados de educación (libros, guarderías...) o el parón en las obras públicas. Ello supondrá más pérdida de empleo y menor capacidad adquisitiva. Son medidas que están inscritas en el credo neoliberal del control del déficit. No  ayudarán a dinamizar la economía, sino lo contrario, la  retraerán más. Es cierto que hay un condicionante, cual es el durísimo recorte presupuestario del gobierno central. También que hay un esfuerzo en Andalucía para preservar lo público y especialmente los servicios básicos de salud y educación. No estoy de acuerdo con lo que ha dicho el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, de sentirse corresponsable con las medidas aun no estando de acuerdo con ellas. Días anteriores ya había hablado de tener que acatar por imperativo legal buena parte de las reformas del gobierno. Al final IU corre el riesgo que acabe siendo partícipe de las medidas neoliberales que, por lo que vemos, no paran de aplicarse. Una forma distinta de hacer política desde la izquierda debe tener la suficiente dosis de valentía para decir no cuando sea necesario. Y no sirve escudarse en lo que se dice o hace desde otras instancias. Eso es someterse a los designios de quienes han provocado la crisis y quieren que sea la gente la que pague los platos rotos.