Recibí hace dos días un correo desde la asociación Jerez Recuerda en el que me informan de la localización en el término municipal jerezano de una fosa común de personas fusiladas durante la guerra civil. Se hace eco de una noticia publicada el mismo 29 de septiembre en el diario El País. La fosa está situada en el cortijo denominado El Marrufo, que, perteneciendo al municipio jerezano (muy extenso, el mayor del país), se encuentra en el entorno de varios municipios de la sierra gaditana como Ubrique, Jimena de la Frontera y Cortes de la Frontera, éste de la provincia de Málaga.
La investigación está promovida por el Foro de la Memoria del campo de Gibraltar (ver Tío Jimeno digital; la foto es de J. M. Contreras), que desde 2010 cuenta con una subvención del ministerio de la Presidencia, pese a la actitud negativa de la Junta de Andalucía, que en 2009 congeló el desarrollo del proyecto. El trabajo está dando sus frutos y a ello no es ajena la loable labor de bastantes años de investigación a cargo de especialistas en historia, antropología, arqueología, topografía...
La provincia de Cádiz fue una de las primeras en caer en manos de los militares sublevados en julio de 1936 y donde se desató una feroz represión contra militantes y simpatizantes de grupos sindicales y de izquierda. En sus pueblos y ciudades fueron surgiendo desde el siglo XIX diversos grupos que protagonizaron luchas por la dignificación de sus gentes, quienes sufrían los rigores de la mayor injusticia social del país en forma de reparto de la tierra, salarios y arbitrariedad de la burguesía y de la antigua nobleza. La respuesta que estos sectores sociales dieron en esos años a través del ejército y las bandas de fascistas vestidos de azul falangista fue la de detener, matar y atemorizar a la población. Los datos que se tienen de las víctimas mortales por la represión franquista son diversos, aunque con el tiempo se tiende a aumentar su cuantía como consecuencia de las investigaciones históricas, que además aportan detalles sobre el lugar y la forma como murieron. Un trabajo que cuenta con el silencio impuesto durante décadas y la desaparición consciente de pruebas durante los últimos años del franquismo y la transición por parte de quienes protagonizaron la represión o tienen el interés de ocultarlos.
Se cree que el número de cuerpos de gente fusilada en El Marrufo puede situarse entre 300 y 600. Según ha declarado a El País el presidente del Foro de la Memoria, José Mª Pedreño, se trataría de "un centro de detención, tortura y ejecución equivalente a la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en Argentina". Los paralelismos entre lo ocurrido en España durante la guerra civil y el franquismo y posteriormente en América Latina, especialmente en los países del cono sur, resultan cada vez más evidentes y espeluznantes. El aniquilamiento sistemático de determinados sectores sociales, las desapariciones, el rapto de menores, etc. han sido una dramática realidad.
Queda mucho por hacer, porque tenemos que saber más. Lo ocurrido durante esos años no puede quedar ni el olvido ni en la impunidad.