En septiembre pasado volaron por las aguas del mar Báltico varios tramos de los gasoductos Nord Stream I y II, y nos enteramos al momento. No faltó que de inmediato hubiera un cruce de acusaciones entre EEUU y Rusia. Las dudas de que hubiera sido Rusia, como la principal perjudicada, eran más que razonables, lo que no fue óbice para que se insistiera en dejarlo como un misterio. Hace poco más de una semana salió a la luz un largo artículo, escrito por el conocido periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh, en el cual se responsabiliza a EEUU de las explosiones. En España lo publicó el día 8 CTXT con el título "Así eliminó Estados Unidos los gasoductos Nord Stream".
El eco del artículo, sin embargo, apenas ha trascendido, más allá de poner en duda su contenido y de criticar al autor, entre otras cosas, por no revelar la fuente en la que se ha basado. Una lectura detenida, no obstante, deja muchas cosas claras, pero... Se señala con detalle cómo se fraguó y desarrolló la operación -de carácter altamente secreto-, además de las dudas que se fueron suscitando entre quienes tenían que tomar las decisiones. También se menciona a las Marinas de EEUU y de Noruega como manos ejecutoras. Y, por supuesto, se analizan declaraciones públicas de altos cargos del gobierno de EEUU, como el caso del secretario de Estado Anthony Blinken, que al poco de lo ocurrido manifestó en una rueda de prensa: "Es una oportunidad única para eliminar de una vez por todas la dependencia de la energía rusa y, por lo tanto, quitarle a Vladimir Putin el arma de la energía como medio para avanzar en sus designios imperiales. Eso es muy importante y ofrece una tremenda oportunidad estratégica para los años venideros, pero mientras tanto estamos decididos a hacer todo lo posible para asegurarnos de que las consecuencias de todo esto no las sufran los ciudadanos de nuestros países ni, para el caso, de todo el mundo".
Ayer mismo CTXT reprodujo una entrevista al propio Hersh realizada por el periodista alemán Fabian Scheidler y publicada en el Berliner Zeitung, y que lleva como título revelador: "Biden eligió destruir el Nord Stream porque no confiaba en Alemania". Hersh redunda en lo que escribió semanas atrás, pero, a preguntas de su entrevistador, incide en lo que se refiere a Alemania ¿Y está teniendo trascendencia mediática...?
Pasando a otra noticia, se sabe que el pasado 3 de febrero en el estado de en Ohio se produjo un peligroso accidente de un ferrocarril que transportaba material químico. Concretamente iba cargado de cloruro de vinilo, un material altamente tóxico cuya inhalación puede provocar cáncer. La noticia, sin embargo, apenas trascendió, tanto en EEUU como internacionalmente. Sólo hace dos o tres días se está dando más información. Pero poca. Por eso hay que acudir a determinados medios, en este caso alternativos, para hacerlo. Como la edición de ayer de La Base, en la que se hace un detenido análisis de los hechos y se desentraña, entre otras, cosas como la connivencia entre la industria química y los miembros del Congreso, que ha legislado recientemente para que se siga manteniendo el sistema de frenado en los trenes heredado del siglo XIX. Sin olvidarnos de las condiciones laborales de quienes trabajan en el sector del transporte ferroviario.
Y en medio de todo esto nos hemos topado con los noticiones de los globos que han surcado los cielos de EEUU y hasta la vuelta de los OVNIs. ¡Y vaya si nos hemos enterado! Teniendo para lo primero a China como involucrada, resulta evidente. ¿Y para lo segundo? En fin...