jueves, 5 de mayo de 2022

Las raíces canarias de Leonor Pérez Cabrera, madre de José Martí

Paseando hace unos días por el parque García Sanabria de Santa Cruz de Tenerife, me topé con el busto, hecho en bronce, dedicado a Leonor Pérez Cabrera. Nacida en 1828 en esa ciudad canaria, fue la madre del escritor, poeta y político revolucionario cubano José Martí. Luego, con 15 años de edad, se trasladó con su familia a la capital de la isla caribeña y allí permaneció la mayor parte de su vida, salvo algunas breves estancias en España, México y EEUU en distintos momentos.

La iniciativa del monumento, que es obra de la escultora cubana Thelvia Marín y data de finales de 2006, corrió a cargo de la Asociación Canaria de Cuba. En la placa del pedestal pueden leerse los versos "Madre del alma, madre querida, / son tus natales, quiero cantar....", que se corresponden con el arranque de un poema que su hijo, siendo adolescente, le dedicó en 1868 y que completo es el siguiente:

Madre del alma, madre querida,
son tus natales, quiero cantar;
porque mi alma, de amor henchida,
aunque muy joven, nunca se olvida
de la que vida me hubo de dar.
 
Pasan los años, vuelan las horas
que yo a tu lado no siento ir,
por tus caricias arrobadoras
y las miradas tan seductoras
que hacen mi pecho fuerte latir.
 
A Dios yo pido constantemente
para mis padres vida inmortal;
porque es muy grato, sobre la frente,
sentir el roce de un beso ardiente
que de otra boca nunca es igual.

Dos años más tarde, mientras se encontraba recluido en la canteras de San Lázaro como consecuencia de sus actividades políticas, José martí le dedicó un nuevo poema, esta vez más breve, pero dejando constancia de su compromiso político:

Mírame, madre, y por tu amor no llores:
si esclavo de mi edad y mis doctrinas,
tu mártir corazón llené de espinas,
piensa que nacen entre espinas flores.

Y ya al final de su vida le envió desde el municipio dominicano de Montecristi una carta muy emotiva, que habría de ser la última. Acababa de iniciarse una nueva insurrección contra el colonialismo español y fue en esa ciudad donde se firmó el Manifiesto que dio cuerpo doctrinal a la lucha antiimperialista, que abarcaba también un distanciamiento en relación a los intereses que EEUU tenía sobre Cuba. En la carta José Martí dejó reflejó la trascendencia del momento que estaba viviendo y de su compromiso personal, pues no en vano se había erigido en el principal dirigente de la lucha revolucionaria. Su contenido se ha interpretado en un doble sentido, pues si bien está dedicada a su madre biológica, doña Leonor, podría extenderse también a la propia Cuba. 

Montecristi, 1895.
Madre mía: 
Hoy, 25 de marzo, en vísperas de un largo viaje, estoy pensando en usted. Yo sin cesar pienso en usted. Usted se duele, en la cólera de su amor, del sacrificio de mi vida; y ¿por qué nací de usted con una vida que ama el sacrificio? Palabras, no puedo. El deber de un hombre está allí donde es más útil. Pero conmigo va siempre, en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de mi madre.
Abrace a mis hermanas, y a sus compañeros. ¡Ojalá pueda algún día verlos a todos a mi alrededor, contentos de mí! Y entonces sí que cuidaré yo de usted con mimo y con orgullo. Ahora, bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza. La bendición. Su 
J. Martí.
Tengo razón para ir más contento y seguro de lo que usted pudiera imaginar. No son inútiles la verdad y la ternura. No padezca.

Dos meses después José Martí moriría y en 1907 lo haría su madre, acuciada por la pobreza. 


Referencias documentales

José Martí (1972). Antología. Edición, introducción y notas de José ortega. Barcelona, Salvat.
"Leonor Pérez", en la enciclopedia digital EcuRed; https://www.ecured.cu/Leonor_P%C3%A9rez#Muerte
Adialim López Morales (2020). "José Martí: Mírame madre y por tu amor no llores", en Portal José Martíhttp://www.josemarti.cu/jose-marti-mirame-madre-y-por-tu-amor-no-llores/