sábado, 2 de noviembre de 2013

El botín de las pensiones públicas

Héctor Illueca y Adoración Guamán han sido rotundos acerca del objetivo que tiene el gobierno, con la ayuda de sus "expertos", sobre el sistema público de pensiones: "Conseguir un “botín” de 100.000 millones de euros para las entidades financieras y las grandes aseguradoras, mediante el incremento de los fondos de pensiones privados (un sistema de ahorro que, por lo demás, cuenta con desgravaciones fiscales)". Estamos asistiendo a una dura batalla, dentro de la guerra total lanzada desde el neoliberalismo, que busca en esta ocasión horadar el sistema público de pensiones, del que no paran de repetir con argumentos falsos que resulta insostenible. 

Illueca y Guamán fueron dos firmantes, del total de 24, del documento aparecido el pasado mes de septiembre y al que ya hice referencia en este blog. Hoy Rebelión publica una entrevista suya donde desmenuzan la perversa estrategia lanzada para hacerse con un botín que sólo va a traer beneficios a una minoría: las grandes corporaciones que siguen creciendo en su capital y sis beneficios, y aquellos sectores de la población que disponen de recursos para poder capitalizar sus ahorros en forma de fondos de pensiones. 

Uno de los resultados va a ser la ruptura del principio de solidaridad que caracteriza al sistema público de pensiones. Illueca y Guamán advierten que en la actualidad "el 60% de los ciudadanos carecen de capacidad de ahorro (no llegan a final de mes) y otro 30%, si ahorra, lo hacen en una cuantía insuficiente para garantizar el mínimo vital en la jubilación". El riesgo de ahondar las diferencias sociales entre las personas con más edad es evidente, lo que conllevaría que en buena parte de ese sector de la población aumentara la pobreza.

Como ya se expuso en el documento aludido de septiembre, existen vías alternativas que posibilitarían la financiación de las pensiones, como ocurre con la fiscalidad. Se sabe que nuestro país está en la cola de los países europeos en materia de presión fiscal y más concretamente en progresividad. Bastaría con aumentar las imposiciones directas sobre las rentas más elevadas o el impuesto de sociedades.