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viernes, 28 de febrero de 2025
Vejer, lugares de la memoria: un documental sobre la resistencia al golpe militar y la represión fascista que le siguió
Ayer asistí al estreno del documental Vejer, lugares de la memoria, segundo de los actos del II Ciclo de Memoria Histórica "Vejer no pierde la Memoria". Ha sido realizado por Moisés Basallote Ojeda y Manuel Jesús Melero Callado, y ha contado con el patrocinio del Ayuntamiento de Vejer de la Frontera y la Mancomunidad de la Janda. Se trata del complemento de otro documental, La Janda, lugares de la memoria, que hace dos años empezó a divulgarse, pero en el que no aparece Vejer, debido a la negativa a colaborar por parte del gobierno municipal, que por entonces estaba en manos del PP.
En el documental aparecen los historiadores Antonio Muñoz Rodríguez y Santiago Moreno Tello, y el artista gráfico Manuel Revuelta, que nos van informando sobre pormenores de diferentes episodios y nos llevan a los lugares donde ocurrieron, todo ello complementado con imágenes del momento.
Entre los hechos destacan: la proclamación de la Segunda República en 1931 desde la Casa del Pueblo; la formación de una nueva Corporación municipal a finales de febrero de 1936 a raíz del triunfo electoral del Frente Popular, que en Vejer alcanzó más del 60% de los sufragios; el acuartelamiento de las fuerzas de orden, que no participaron en el golpe militar de julio; la movilización de la población desde el primer momento; la búsqueda de armas que se creía que estaban escondidas en la parroquia del Salvador y que acabó con el saqueo del mobiliario y de imágenes religiosas; la retención, más que detención, por parte de la autoridad militar local de los sacerdotes; la débil resistencia ante la fuerza del regimiento de Regulares que ocupó la localidad el día 20; o las detenciones de numerosas personas, militantes y simpatizantes de las organizaciones populares, y los asesinatos de decenas de ellas: al menos 56 de lo que actualmente es el municipio de Vejer y otras 10 del de Barbate.
Y en cuanto a los personajes, cobran especial relevancia Francisco Salgueiro Rodríguez, alcalde, socialista, que fue asesinado y está desparecido; Francisco Rubio Saro "Casimiro", concejal socialista y huido; Francisco Tato Anglada, concejal republicano y alcalde pedáneo de Barbate, asesinado; Juan García "Germinal", dirigente de la CNT y la FAI, huido; Juan Mejías Delgado, concejal socialista, asesinado y desaparecido; Francisco Chirino Sánchez, concejal comunista, asesinado y desaparecido...
Con este trabajo Vejer se une al resto de municipios de la comarca jandeña, completando el recuerdo de lugares y personas que sufrieron la represión del fascismo. Se llena, así, un vacío importante, teniendo en cuenta que la localidad matriz del municipio estuvo entre las que se resistieron al golpe militar en la provincia de Cádiz y que conllevó en los meses siguientes una represión despiadada.
(Imágenes: la primera está tomada de Vejer Cultura).
lunes, 24 de febrero de 2025
Gaditanos deportados a campos de concentración nazis, de Ángel Medina Linares
A principios de diciembre pasado el joven historiador setenileño Ángel Medina Linares presentó en Barbate su libro Gaditanos deportados a campos de concentración nazis (Cádiz, Tréveris, 2024). Lo hizo dentro de las II Jornadas de Memoria Democrática, organizadas por la Mancomunidad de La Janda.
Estamos ante un trabajo extenso (de casi 400 páginas) e intenso. Y con otro rasgo que es también muy importante: está ampliamente documentado. Los datos provienen de numerosas fuentes, principalmente archivísticas, y a la vez se ha hecho uso de la necesaria bibliografía.
El libro tiene como protagonistas a los 87 gaditanos que fueron deportados a campos de concentración nazis, procedentes de 25 localidades, y cuyas biografías pueden consultarse en el último capítulo. Al comienzo el autor nos explicita claramente cuál ha sido su objetivo:
"La motivación principal de este proyecto reside en una serie de aspectos comunes: la heroicidad de las vidas de los deportados y la influencia de estas en el desarrollo de nuestra sociedad, bajo los valores de la lucha antifascista, la democracia y la libertad".
Andalucía y Cataluña son las dos comunidades que más población aportaron entre las más de 9.000 personas deportadas hacia esos campos, pero Cádiz y Huelva son las provincias que menos lo hicieron entre las andaluzas. El perfil de los gaditanos es el que sigue: haber sido todos varones; tener la mayoría entre 20 y 30 años de edad (53/61%); proceder principalmente del medio rural, siendo jornaleros y pequeños campesinos en más de 30 casos; con predominio comarcal de los residentes en el Campo de Gibraltar (31/35'6%) y la Sierra de Cádiz (27/31%); y destacando entre los municipios La Línea de la Concepción (19/21'8%), Cádiz (9/10'3%), Jerez de la Frontera (5/5'7%), San Roque (55'7%), Ubrique (4/4'6%) y Arcos de la Frontera (4/4'6%).
Con la derrota republicana fueron confinados en campos de concentración, para al poco, tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, ser movilizados por las autoridades francesas en dos de las agrupaciones militares para extranjeros con destino en el norte: 6, en los Regimientos de Marcha de Voluntarios Extranjeros; y 34, en las Compañas de Trabajadores Extranjeros. Una situación que acabó cuando en junio de 1940 el ejército alemán ocupó Francia, pasando en su mayoría a los campos de tránsito (frontstalags) para ser clasificados y acabando todos en los campos propiamente de concentración (stalags). En el austriaco de Mauthausen, incluyendo los anexos, fueron internados 79 (90'8%), yendo a parar el resto a los alemanes de de Dachau (6/6'9%), Buchenwald (1/1'2%) y Neuengamme (1/1'2%).
Acabaron falleciendo 57 gaditanos y uno, el puertorrealeño Andrés Gutiérrez, está desaparecido, por lo que posiblemente también acabara en la misma situación. En su mayoría, 42 (71'2%), murieron en el campo Gusen, auxiliar de Mauthausen y conocido como "el matadero" de españoles por haber perecido en él más de 4.300. En los años 1940 y 1941 fue cuando se produjo el mayor número de llegadas: 50 (84'7%).
Pudieron sobrevivir 27, pero en algunos casos se desconoce qué fue de ellos tras su liberación. En su mayoría se quedaron a vivir en Francia y con el paso de los años fueron falleciendo. Unos pocos pudieron regresar a España en los años 60 y 70. Y no faltaron quienes escribieron o contaron lo vivido.
Fueron 87 gaditanos que sufrieron los peores horrores (apaleamientos, torturas, castigos, hambre, frío, enfermedades, explotación, experimentos macabros...) y que en su mayoría pagaron con sus vidas. Fueron héroes, sí, pero durante muchos años -demasiados- también lo pagaron con el olvido. Libros como éste ayudan a que esto no ocurra.
domingo, 23 de febrero de 2025
Retratos de 6 de las víctimas mortales de Barbate, realizados por Lolo Revuelta en Causa 74/1936
Lolo Revuelta ha retratado en su magnífica novela gráfica Causa 74/1936 a 63 personas de las víctimas mortales de la represión fascista habida en el municipio de Vejer de la Frontera entre 1936 y 1937. No son todas, pues el número podría ascender, al menos, a 80 personas. En el libro aparecen 6 vecinos de lo que actualmente es el municipio de Barbate (4, de la localidad; 1, de Zahara de los Atunes; y 1, de San Ambrosio): Manuel Abel Romero, Francisco Braza Basallote, Francisco López Ramírez, Francisco Tato Anglada, Francisco Utrera Rivera y José Utrera Rivera.
sábado, 22 de febrero de 2025
Causa 74/1936: la novela gráfica de Lolo Revuelta sobre la resistencia y la represión en Vejer
Ayer, viernes, asistí en Vejer de la Frontera a la mesa redonda que se organizó en torno a la novela gráfica Causa 74/1936 (Sociedad Económica Vejeriega de Amigos del País, 2024), cuyo autor, tanto del texto como de las viñetas, es Lolo Revuelta. Es el primero de los actos del II Ciclo de Memoria Histórica "Vejer no pierde la Memoria", organizado por el Ayuntamiento y la Mancomunidad de La Janda. Presentado por Manuel Jesús Melero Callado, concejal de Cultura, participaron también los historiadores Antonio Muñoz Rodríguez, Santiago Moreno Tello y Alejandro Santos Silva. Fue un acto muy interesante, rico de contenido y, claro está, emotivo.
El autor explicó algunos pormenores del trabajo en su doble faceta:, literaria artística, resaltando que lo que se cuenta está basado en investigaciones históricas, como las que se citan al final del libro. Lo aportado por el resto de intervinientes permitió que se profundizara, e incluso se aclararan, algunos aspectos de lo ocurrido durante los primeros días del golpe militar de julio de 1936 en Vejer de la Frontera. Al final hubo un coloquio con preguntas y comentarios del público asistente, enriqueciéndose aún más el debate.
El libro se centra, por tanto, en lo acontecido principalmente entre los días 18 y 20 de ese mes en la localidad matriz, que estuvo entre las que se resistieron al golpe militar en la provincia de Cádiz. El título alude a la causa judicial-militar que se abrió contra las personas que fueron acusadas de resistirse al golpe militar y de haber participado en el de saqueo de la iglesia parroquial. Está dividido en cinco capítulos, en los que se van sucediendo cuatro momentos concretos de lo acontecido, con una referencia final a las víctimas mortales de la represión.
En el primero de ellos, "El golpe", se narran las primeras reacciones de las autoridades municipales republicanas, los dirigentes de los grupos sociales y políticos, y los mandos locales de las fuerzas de orden. También, el arribo del buque "Churruca" al puerto de Cádiz, cargado de un regimiento de Regulares, a su vez, formado por mercenarios marroquíes. Y la rebelión de sus oficiales y marinería, que se ponen del lado del Gobierno republicano. En "La iglesia" se hace lo propio sobre la reacción de una parte de la población en relación a la iglesia parroquial, buscando armas que creían escondidas en ella y saqueando imágenes religiosas, así como la retención del párroco por parte del capitán de Carabineros, con el fin de evitar males mayores sobre su persona. No faltan en este capítulo los primeros movimientos llevados a cabo desde los mandos golpistas y falangistas de Cádiz, Jerez de la Frontera y Sevilla, tendentes a sofocar la resistencia vejeriega. "No Pasarán" refleja la llegada de las tropas golpistas, que estaban formadas en su mayoría por mercenarios marroquíes. Tras una débil defensa, se llevaron a cabo los primeros asesinatos, hasta 10, y numerosas detenciones, mientras había personas que huían como podían. El cuarto capítulo, "¡Fuego!", se centra en el después, esto es, en la continuación de los asesinatos, la condena a muerte del capitán Letrán, las fosas comunes y las desapariciones, el inicio de los procesamientos con la Causa 14/1936... Tampoco falta el relato del episodio del bombardeo del 26 de agosto en Barbate por el buque "Churruca" contra las instalaciones del Consorcio Nacional Almadrabero, como respuesta a la ayuda que los armadores e industriales de la localidad estaban prestando a los golpistas. El libro acaba recordando buena parte de las personas asesinadas. En su mayoría, de Vejer, pero también de Barbate, San Ambrosio, Zahara de los Atunes. En "Los nombres" podemos ver dibujados los rostros de 63 de ellas. Pero hubo más.
A lo largo de las viñetas van apareciendo personajes reales, como Francisco Rubio Saro, concejal y dirigente socialista; Francisco Salgueiro Rodríguez, alcalde y socialista; Francisco Tato Anglada, alcalde pedáneo de Barbate y miembro de Izquierda Republicana; Mariano Zapico, gobernador civil de la provincia; Juan García "Germinal", dirigente de la CNT; Juan Mejías Delgado, concejal socialista; Luis Núñez de Castro, teniente del "Churruca"... Enrique Letrán López, capitán de Carabineros y comandante del municipio, que mantuvo acuarteladas las tropas de su cuerpo y de la Guardia Civil y que acabó siendo detenido por los golpistas y el 19 de agosto fusilado. Personajes relacionados con el golpe, como Fernando Barreto Palacio, comandante del buque "Churruca"; Ángel Caballero y de Vera, párroco de El Salvador; Antonio Muñoz, jefe local de Falange; José Romero, militante falangista; José López Pinto, general y gobernador militar; Joaquín Bernal Vargas, dirigente provincial de Falange; Carlos García, teniente de Regulares; José López Fernández, teniente de Carabineros y sustituto de Letrán; Gonzalo Queipo de Llano, capitán general de la II División y cabeza de la sublevación en Andalucía...
No puedo por menos que felicitar al autor por su magnífico trabajo. Muy sintético, pero preciso, en la narración escrita, en la que predominan los diálogos. Por supuesto. en la faceta gráfica, con unos dibujos que reflejan una excelente técnica y una estructura que ofrece una gran variedad de planos alternan, conformando escenas que ocasiones resaltan el dramatismo de la narración. Por mi parte quiero mostrar mi agradecimiento, ya que en la "Bibliografía de interés" aparece citado el libro que he dedicado a la represión habida en Barbate.
jueves, 20 de febrero de 2025
La larga sombra de Franco y el franquismo
Estamos en 2025 y el debate sobre Francisco Franco sigue presente. Es cierto que desde el Gobierno (especialmente desde el PSOE), con motivo del 50 aniversario de su fallecimiento, se ha abierto el año en torno al final de la dictadura y el arranque del actual sistema político. No voy a profundizar en ello ahora, pero resulta evidente que en amplios sectores de la derecha la cosa ha cambiado en torno a su figura, oscilando entre la reivindicación, la minimización como dictador, el olvido... Y, quizás, lo más preocupante está en cómo en algunos sectores de las generaciones más jóvenes han calado esos mensajes.
He decidido recuperar dos escritos míos de finales de los años noventa del siglo pasado, en los que traté de incidir en la naturaleza del régimen franquista. Los publiqué en Debate Ciudadano de Barbate, boletín editado por la Asamblea local de IU, dentro de la columna "Torre del Tajo" y que firmaba como Diego Picón.
Considero que lo que escribí en ellos sigue teniendo actualidad, si bien deben leerse teniendo en cuenta el tiempo transcurrido. He añadido, no obstante, algunas notas con el fin de aclarar aspectos que puedan generar confusión.
Helos aquí.
La Transición y su legado
El tema de la Transición volvió hace un año a nuestra cotidianeidad
a través de libros, vídeos, coleccionables de periódicos, documentales o
debates, ofreciéndonos algo que parecía desconocido por muchas personas,
olvidado por otras tantas, presente por las menos e incluso escondido por unas
pocas interesadas. Se ha repetido el carácter ejemplar que tuvo y destacado la
figura del rey, considerado poco menos que artífice de la misma. Bien es verdad
que no ha faltado resaltar un hecho trascendente: los cambios en la
sociedad española desde los años sesenta, que dieron lugar, entre otras cosas,
a un desarrollo de las clases medias. Pero recordemos algunos hechos: 1967,
nombramiento de Carrero Blanco [1] como
jefe de gobierno; 1969, designación de Juan Carlos como sucesor de Franco a su
muerte; 1973, muerte de Carrero Blanco tras un atentado de ETA; 1974,
enfermedad de Franco, y formación por la oposición de la Junta Democrática [2] (en
el 75, la Plataforma de Convergencia Democrática [3]);
1975, muerte de Franco en noviembre y proclamación de Juan Carlos como rey;
1976, nombramiento de Adolfo Suárez como presidente de gobierno y aprobación de
la ley para la Reforma Política; 1977, legalización del PCE, celebración
de elecciones y firma de los Pactos de la Moncloa [4];
1978, aprobación de la Constitución. Dando a todo esto un poco de
sentido, parece evidente que los planes de sucesión iniciales de Franco se
trastocaron con la muerte de Carrero y que su enfermedad obligó a un
replanteamiento del futuro entre los franquistas, algunos de los cuales
diseñaron una tibia apertura (Arias Navarro y su "espíritu del 28 de
febrero"). La oposición democrática a su vez creó organismos unitarios (de
ámbito estatal y en las nacionalidades) e intensificó las actividades y
movilizaciones (la demanda de amnistía, libertad, un gobierno provisional o
restablecimiento de estatutos de autonomía era lo normal), acompañado de una
conflictividad laboral que perseguía libertad sindical y mejoras salariales. La
respuesta a todo esto por el régimen fue clara: apaleamientos, detenciones,
torturas, multas e incluso muertes. La muerte de Franco aceleró los movimientos
aperturistas entre los franquistas, que se dividieron en reformistas
e inmovilistas, y la oposición, que incrementó las movilizaciones y se unió en
torno a Coordinación Democrática. El nombramiento de Adolfo Suárez [5] fue
clave en la transformación legal del régimen franquista hacia otro de
libertades (ley para la Reforma Política [6]),
pero, sobre todo, en la búsqueda de un acuerdo con la oposición, a la que
dividió neutralizando primero al PSOE, nacionalistas catalanes y
democristianos, y finalmente al PCE. Se consumó de esta manera la ruptura
pactada [7],
que permitió las primeras elecciones libres desde 1936 (ganadas en minoría por
los franquistas reformistas de la UCD y Suárez) [8] y
que se consagró en los Pactos de la Moncloa y la Constitución:
partidos políticos, sindicatos, libertades y autonomías serían sus
resultados... Pero también se conservaron intactos viejos poderes e
instituciones del franquismo (y de otros tiempos) como la monarquía, el
ejército [9],
la policía o la banca. Ya en nuestros días desde la izquierda (y en ella, IU)
se lucha contra la política económica neoliberal y el proyecto europeo de
Maastricht, y el propio Julio Anguita ha vuelto a recordar tres puntos que una
gran parte de la oposición defendió durante la transición:
república, derecho de autodeterminación y estado federal [10].
Precisamente aspectos abandonados en el pacto con los franquistas reformistas.
¿Se podrá entender así la falta de solución de problemas como la relación entre
el poder central y las nacionalidades, los GAL, los secretos de estado, la
corrupción, la OTAN, las privatizaciones, el monarca
parcial...? A lo mejor es que de aquellos polvos han venido estos lodos.
(Debate Ciudadano de Barbate, n. 11, septiembre de 1996).
(Debate Ciudadano de Barbate, n. 11, septiembre de 1996).
Notas
[1] Principal colaborador de Franco, actuó desde la secretaría de la Presidencia hasta 1967, en que fue nombrado vicepresidente del Gobierno, siendo finalmente nombrado jefe de Gobierno en 1973; fue el artífice de la entrada de los ministros “opusdeístas” que protagonizaron las reformas económicas desde finales de los 50 y de la conocida como "operación príncipe", que permitió la sucesión monárquica de Franco a través de la figura del príncipe Juan Carlos, designado oficialmente sucesor de Franco en 1969; su muerte en diciembre de 1973, como consecuencia de un atentado de ETA, provocó cierta crisis en las altas esferas del régimen sobre la sucesión, aunque finalmente el príncipe Juan Carlos acabaría ocupando el trono.
[2] Organismo unitario de grupos políticos y personas independientes, nucleado en torno al Partido Comunista de España e integrado también por el Partido Socialista Popular (liderado por Enrique Tierno Galván), el Partido Carlista y el marxista-leninista Partido del Trabajo de España (desde principios de 1975) y el sindicato CCOO; entre las personalidades independientes destacaban Rafael Calvo Serer, José Vidal-Beneyto o Antonio García-Trevijano.
[3] Organismo unitario nucleado en torno al PSOE y formado también por Izquierda Cristiana (dirigida por Joaquín Ruiz Jiménez, exministro de Franco), el Partido Nacionalista Vasco, el Partido Carlista, los grupos marxistas-leninistas Organización Revolucionaria de Trabajadores y Movimiento Comunista de España, y el sindicato la UGT.
[4] Acuerdo firmado en el otoño de 1977 entre el Gobierno, la Unión de Centro Democrático y los grupos de oposición PSOE, PCE y Convergencia Democrática de Catalunya, y que contó también con el apoyo de los sindicatos CCOO y UGT; permitió, de entrada y hasta la aprobación de la Constitución en 1978, una garantía en la democratización del sistema y el aumento de gastos sociales a cambio de la moderación en las reivindicaciones salariales con el fin de bajar los altos niveles de inflación existentes.
[5] Si bien su nombramiento en julio de 1976 como jefe de Gobierno fue una sorpresa, por ser poco conocido, Adolfo Suárez era el prototipo de alto funcionario y joven del tardofranquismo; había sido: gobernador provincial en 1968, director general de TVE y Radio Nacional en 1969; vicesecretario general del Movimiento en marzo de 1975, secretario general del Movimiento en diciembre de 1975.
[6] Ley aprobada por las Cortes franquistas en noviembre de 1976 y refrendada por la población el 6 de diciembre, previa campaña ; establecía, entre otras cosas, la monarquía como forma en la jefatura del estado, la convocatoria de unas elecciones libres y los sistemas de elección de las dos cámaras a formar: mayoritario para el Senado y proporcional D'Hondt para el Congreso y basado en basado en provincias, siendo desigual en el Congreso.
[7] Término que designa a la forma en que se plasmó definitivamente la Transición española, después de los proyectos políticos divergentes existentes: de un lado, la idea de reforma, que defendieron desde el régimen franquista, y que implicaba partir de las leyes e instituciones existentes; de otro, la ruptura, defendida por los grupos de oposición, que suponía acabar con las instituciones franquistas y partir de una convocatoria de elecciones libres para elegir la forma de estado y de gobierno; pese a que el primer proyecto fue el que resultó triunfador, lo cierto es que las indecisiones iniciales en los sectores reformistas del régimen acabaron con la designación de Suárez, teniendo en cuenta además la presión cada vez mayor que imprimían los grupos de oposición mediante las movilizaciones.
[8] Los resultados de los cinco partidos de ámbito estatal que obtuvieron escaños fueron: UCD, 34,4%; PSOE, 29,3%; PCE-PSUC, 9,3%; AP, 8,2; y PSP, 4,5.
[9] El protagonismo del Ejército durante esos años fue grande; muy vinculado en sus altas esferas a la ideología franquista, en su seno no pararon de conspirar contra los gobiernos postfranquistas; la acción más sonada fue la del 23 de febrero de 1981, cuando un grupo de guardias civiles, dirigidos por el teniente coronel Antonio Tejero, entró en el Congreso, mientras se debatía la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, y secuestró al conjunto de diputados y diputadas; tras una tarde y noche de tensión, donde no faltaron movimientos de tropas (la División Acorazada de Madrid, la Capitanía General de Valencia, dirigida por Miláns del Boch...) e indecisiones, de madrugada el rey se dirigió al país anunciando el control de la situación; detrás de todo ello había distintas tramas golpistas, que se superpusieron en aquel momento, y que reflejaban la inestabilidad política existente, con una UCD dividida, la dimisión de Suárez, las acciones de ETA, etc.; se ha hablado de una o dos tramas vinculadas a sectores franquistas y de otra, más blanda, dirigida por el general Armada, excolaborador del rey, que buscaba un gobierno de concentración presidido por él mismo e integrado por miembros de todos los partidos; tras el juicio posterior habido en 1982 no se llegó a conclusiones claras sobre el trasfondo de lo sucedido, la dimensión de los apoyos, el papel de personajes relevantes de la política, desde el rey hasta algunos dirigentes de partidos políticos, etc.; una de las consecuencias más llamativas fue la mitificación de la figura del rey, que con el paso de los años ha ido generando más dudas; y seguimos sin que se hayan públicos documentos primordiales sobre lo ocurrido.
[9] El protagonismo del Ejército durante esos años fue grande; muy vinculado en sus altas esferas a la ideología franquista, en su seno no pararon de conspirar contra los gobiernos postfranquistas; la acción más sonada fue la del 23 de febrero de 1981, cuando un grupo de guardias civiles, dirigidos por el teniente coronel Antonio Tejero, entró en el Congreso, mientras se debatía la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo, y secuestró al conjunto de diputados y diputadas; tras una tarde y noche de tensión, donde no faltaron movimientos de tropas (la División Acorazada de Madrid, la Capitanía General de Valencia, dirigida por Miláns del Boch...) e indecisiones, de madrugada el rey se dirigió al país anunciando el control de la situación; detrás de todo ello había distintas tramas golpistas, que se superpusieron en aquel momento, y que reflejaban la inestabilidad política existente, con una UCD dividida, la dimisión de Suárez, las acciones de ETA, etc.; se ha hablado de una o dos tramas vinculadas a sectores franquistas y de otra, más blanda, dirigida por el general Armada, excolaborador del rey, que buscaba un gobierno de concentración presidido por él mismo e integrado por miembros de todos los partidos; tras el juicio posterior habido en 1982 no se llegó a conclusiones claras sobre el trasfondo de lo sucedido, la dimensión de los apoyos, el papel de personajes relevantes de la política, desde el rey hasta algunos dirigentes de partidos políticos, etc.; una de las consecuencias más llamativas fue la mitificación de la figura del rey, que con el paso de los años ha ido generando más dudas; y seguimos sin que se hayan públicos documentos primordiales sobre lo ocurrido.
[10] Durante el mitin de la Fiesta del PCE de 1996 Julio Anguita (entonces, a la vez, secretario general de dicho partido y coordinador general de IU) advirtió que el consenso constitucional estaba empezando a ser roto desde el Gobierno del PP, por lo que su grupo empezaría a plantearse reivindicaciones como la república o la autodeterminación; el problema de fondo se encontraba en la negativa del Gobierno a desclasificar los papeles del CESID, promesa electoral del PP en su denuncia de la corrupción contra el gobierno del PSOE y dentro del proyecto de regeneración de la vida política que Aznar y Anguita defendieron públicamente; los documentos objetos de controversia hubieran podido esclarecer información acerca del GAL, el uso indebido de los fondos reservados, etc.; de hecho, Anguita ya denunció al poco de la formación del primer Gobierno del PP que el nombramiento de Eduardo Serra como ministro de Defensa, en contra de lo esperado, se había debido a presiones del entorno del monarca.
A vueltas con Franco y el franquismo
Franco murió hace casi 23 años, pero su figura y su régimen son motivo en estos meses de un debate en Italia. Niegan algunos en este país (los Romano, Montanelli... [1]) que Franco y su régimen fueran fascistas, a la vez que los presentan como la primera muestra de contención del comunismo y minimizan los costes humanos habidos. Tesis, desde luego, nada original, pues fue la preferida por los sublevados contra la IIª República al poco de empezar la guerra civil, y perfeccionada y oficializada sobre todo desde 1945, cuando el propio Franco y sus más fieles, temerosos ante la victoria de los aliados en la guerra mundial, se aprestaron a lavar la cara del régimen, eliminando los saludos fascistas que hasta los obispos habían hecho uso, dejando a los falangistas en un lugar menos visible o aprobando un Fuero de los Españoles a modo de pseudoconstitución. A todas estas opiniones, ideas o argumentaciones se podría contestar en una doble dirección. Una, relacionada con lo que sabemos desde la investigación histórica, que no es poco. Sabemos que los distintos sectores del régimen, de su reparto de tareas (militares, en la represión y seguridad; falangistas, en los sindicatos; carlistas, en la justicia; católicos, en la educación...) y de su evolución en relación a las circunstancias históricas (mayor presencia falangista hasta 1945, nacional-catolicismo siguiente y protagonismo de los tecnócratas del Opus desde 1959). Sabemos de la habilidad de Franco para neutralizar las familias entre sí y utilizarlas según el momento con el fin de prolongar su poder y su régimen, pero también sabemos de las dificultades por las que pasó en los primeros años con los militares sobrevivientes de mayor graduación (Kindelán, Orgaz, Varela, etc., que le eligieron generalísimo en 1936, pero no dictador perpetuo) y sobre todo cuando al acabar la guerra mundial sufrió un aislamiento internacional que fue superado en 1951 cuando los EEUU vieron en el régimen un aliado barato frente a la URSS (recuérdense, si no, las cuatro bases militares que se instalaron en nuestro suelo, incluidas las de suelo andaluz de Rota y Morón). Sabemos del papel que jugaron los monárquicos alfonsinos, engañados unos pocos por una restauración que no llegaba, pero oportunistas en su mayoría, que no dudaron en obtener puestos y prebendas mientras con la boca chica o en vacaciones se acordaban de un don Juan [2] instalado en Estoril y se encargaban de educar como príncipe y sucesor de Franco a su hijo Juan Carlos. Sabemos de la responsabilidad de la Iglesia Católica, parte del mismo régimen, al que legitimó desde el principio de la guerra, y del que al menos en sus postrimerías empezó a desprenderse. Sabemos, en fin, quiénes fueron los grandes beneficiarios, quienes, partiendo de la recuperación de la hegemonía social y económica por parte de la vieja oligarquía de terratenientes, banqueros y grandes industriales (amenazada durante los años de la República), fueron incrementándose con los años mediante las aportaciones de las nuevas capas de ricos (falangistas, estraperlistas, opusdeístas), provechosos de la sempiterna corrupción, y que culminaron en los años del desarrollismo de los 60. ¿Y quiénes fueron los perdedores? Entramos así en el segundo de los dos caminos apuntados en esta explicación. Descafeinar al dictador y su régimen resulta insultante para quienes los sufrieron. Recuerda a quienes minimizan, e incluso llegan a negar, el holocausto cometido por los nazis. ¿Qué pueden decir las personas fusiladas, encarceladas, torturadas, depuradas, exiliadas o humilladas después de acabada la guerra en 1939 por el delito de ser rojas o familiares? ¿Qué pueden decir las personas que desde el principio arriesgaron su vida para ayudar a compañeros o familiares, o combatir al régimen? ¿Qué pueden decir quienes no habiendo vivido la guerra se fueron sumando a la lucha por restablecer las libertades y la democracia desde su puesto de trabajo o lugar de estudio? ¿Qué dirían las personas muertas que se llevaron a la tumba el horror y el sufrimiento? Sabemos bastante de la política de represión y de venganza desarrollada durante los primeros años, pero falta saber más. Falta mucho por saber de la represión de los años intermedios y últimos del régimen, represión que, aunque no era la terrorífica de la postguerra, siguió existiendo durante la agonía de Franco en el otoño de 1975. Y es que hay opiniones que, por falsas, duelen mucho.
(Debate Ciudadano de Barbate, n. 29, septiembre de 1998).
(Debate Ciudadano de Barbate, n. 29, septiembre de 1998).
Notas
[1] La polémica
surgió en Italia en 1998 con la publicación de un libro, prologado por el senador Sergio Romano, donde
aparecían los recuerdos de los excombatientes italianos de la Guerra Civil
española Nino Isaia y Edgardo Sogno; lo que Romano planteaba (al margen de su consideración de que hubo
dos guerras en el bando republicano: una, antifascista, hasta 1937, y la otra,
anticomunista) era de hecho una revisión de las interpretaciones históricas
acerca del carácter antidemocrático de los sublevados de 1936 y del régimen
implantado tras la guerra, llegando a minimizar dicho régimen; la polémica tuvo
su vertiente en nuestro país, donde se llegó a publicar al año siguiente una versión en castellano (La Guerra Civil : ¿dos o tres Españas?; Barcelona, Áltera, 1999), a la que se le añadió un artículo de Paul Preston titulado "Defensa antifascista de la República".
[2] Hijo de Alfonso XIII, heredero del trono tras su
muerte, y padre de Juan Carlos I.
jueves, 13 de febrero de 2025
Dos poemas sobre la luz
Después de leerlo me vino a la mente una idea, que respondía a dos recuerdos: uno, de décadas atrás, sobre el triste aniversario de un episodio ocurrido entre Málaga y Almería en medio de la guerra; el otro, reciente, de mi paso hace unas semanas por las playas de Benajarafe, que fueron testigo de esa barbarie.
Dejo para su lectura el poema de José Gilabert Ramos y otro mío, "La luz que no olvida", que me fue saliendo entre los recuerdos y mientras miraba una de mis fotografías.
La luz del calendario
Lo que da luz debe soportar la quema.
Viktor Frankl.
Esta luz compasiva y amigable
empeñada en borrarnos los contornos
del paso inexorable de las horas.
del paso inexorable de las horas.
Vivir es mantenerse cada día
vibrando con la voz del universo,
sosteniendo la débil construcción
de la precariedad de la existencia.
Andamos aferrados a la tierra,
deseosos de abarcar el infinito
y todo se nos muestra quebradizo,
efímero, fugaz, inalcanzable.
Pero queda la luz del calendario
iluminando el tiempo de la espera
y las horas ganadas a la muerte.
La luz que no olvida
Caballitos
de los montes
no bajéis
a la playa.F. Montoya Fernández (1937).
Miré hacia la lejanía
y me acerqué a ese tiempo, ya pasado,
del crimen y de la infamia.
Me vinieron imágenes de gentes que por miles huían,
formando durante días un reguero inacabable
que caminaba hacia la vida para evitar la muerte.
Sentí la tristeza, el dolor y el miedo
que tuvieron que cargar sobre sus espaldas.
Y recordé unos versos,
esos que alertaban a los caballitos de los montes
para que no bajaran a la playa.
Estaba acabando el día
y contemplé el sol que poco a poco se perdía en el horizonte.
En ese momento no quería que su luz se apagara,
para que nada quedara en el olvido.
martes, 11 de febrero de 2025
Ver el documental Guardianas de la memoria, de Francisco Artacho Gómez, sobre la represión en Benamejí
Me ha llegado un excelente noticia: el documental Guardianas de la memoria, de Francisco Artacho Gómez, ya puede visualizarse a través de YouTube. Trata sobre la represión habida en el municipio cordobés de Benamejí durante y tras la Guerra Española. Realizado en 2022, hasta ahora se había ido presentando en diferentes actos y festivales.
Como escribí hace un año, con motivo de la presentación en Barbate, el título del "alude a esas mujeres que fueron guardando a lo largo de los años la memoria de lo ocurrido, cuyo valor histórico y simbólico resulta indiscutible. Todas, salvo una de ellas, ya han fallecido, lo que da fe del valor que tiene que hayan podido aflorar recuerdos de hechos y personajes que de otra manera hubieran permanecido para siempre en el olvido".
El trabajo parte de la información que la bisabuela de Francisco Artacho Gómez, a la que llamaban como Momá Josefa, le transmitió en vida. Consta de tres ingredientes fundamentales: el ya aludido de las mujeres, valientes, que en su día prestaron sus recuerdos; el que aportan personas relacionadas con la historia y la memoria histórica, que contextualizan lo que se va conociendo sobre lo ocurrido en el municipio y en el conjunto de la provincia de Córdoba; y la investigación que el propio director ha llevado a cabo a través de la documentación que se encuentra en el Archivo Municipal de Benamejí.
Invito a ver el documental, cuyo contenido estremecedor nos emociona y nos lleva a tener que seguir manteniendo el recuerdo de las víctimas que el fascismo alzado en armas en julio de 1936 se llevó por delante.
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