jueves, 2 de junio de 2016

En la muerte de Mohamed Abdelaziz

Hace un par de días falleció Mohamed Abdelaziz, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario. Se trata de un fiel representante de la dignidad de un pueblo que lleva más de cuatro décadas luchando por su libertad.

Perteneció a la primera generación de saharauis que lucharon desde principios de los setenta por la descolonización del Sáhara Occidental, cuando era una colonia española, creando el Frente Polisario, expresión del movimiento de liberación saharaui. La misma generación que desde finales de 1975 mantuvo la lucha contra Marruecos y Mauritania, que ocuparon el territorio saharaui tras el ignominioso acuerdo tripartito firmado en noviembre con esos dos países y el gobierno español de entonces.

La ocupación marroquí y mauritana no fue óbice para que en 1976 se proclamara la RASD, con Abdelaziz como presidente. La obligada huida de buena parte de la población saharaui hacia la zona de Tinduf, en el oeste de Argelia, hizo que las instituciones de la república se establecieran en el exilio, continuando hasta nuestros días.

El Frente Polisario, por su parte, mantuvo una guerra abierta contra los ejércitos ocupantes, cuyo elevado coste obligó a Mauritania a abandonar el Sáhara en 1979. Aunque Marruecos acabó por controlar la mayor del territorio, el límite más oriental se convirtió en un espacio inestable, hasta el punto que levantó un vasto muro.  

Desde que en 1991 se declaró el alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos, Abdelaziz ha sido el principal impulsor de la vía pacífica que permita que se lleve a efecto la convocatoria del referéndum de autodeterminación. Algo que, sin embargo, el gobierno marroquí está incumpliendo en contra de las indicaciones de la ONU. Este organismo ha hecho sucesivos pronunciamientos para que Marruecos ponga fin a la ocupación y son permanentes las denuncias por parte de diversos organismos internacionales sobre las violaciones de los derechos humanos llevadas a cabo hacia la población saharaui que permanece en el territorio occidental.

El pueblo saharaui no ha parado de recibir enormes muestras de solidaridad y simpatía en todo el mundo. Algo que nunca ha faltado entre la población española. Un pueblo dividido físicamente entre quienes viven en el exilio y quienes permanecen en su propio territorio, aun cuando esté ocupado, pero con una voluntad común por conseguir sus objetivos de independencia. Y en todo ello la figura de Abdelaziz merece que sea reconocida y recordada.