lunes, 25 de marzo de 2019

Bannon: el desafío del nacional-populismo conservador


El diario El País ha publicado hoy una entrevista a Steve Bannon. No tiene desperdicio. Es más que una declaración de intenciones: estamos ante una realidad que asusta. Estamos ante la ultraderecha que avanza en forma de supremacismo blanco, anticomunismo, antifeminismo, homofobia, xenofobia, islamofobia... Todo un programa político conservador, autobautizado como nacional-populismo o populismo nacionalista y tradicionalista, que ha arrancado en el contexto de la crisis de hegemonía de EEUU en el mundo y que se está extendiendo con rapidez por distintos países. 

Su conservadurismo radical no lo aleja del neoliberalismo imperante. Busca, como está haciendo Donald Trump, ahondar en la destrucción del estado del bienestar, con tan hondas raíces en EEUU. Es lo que ha llamado la “deconstrucción del Estado administrativo”, como ha señalado Susan George en una entrevista de hace medio año. Otra cosa es el acento que pone en lo que denomina la nación y el nacionalismo, que es lo que confiere el componente que denomina popular/populista a su proyecto. 

Principal asesor de la campaña electoral de Trump, al que llevó a la presidencia, probó luego con Brasil en la figura de Jair Bolsonaro, donde repitió triunfo. En Europa, donde lleva poco tiempo instalado, ha creado su grupo The Movement, desde donde está buscando aunar los partidos populistas de diversos países. Muy atento a lo que está ocurriendo, se ha fijado de una manera especial en dos políticos que están triunfando en sus países: Matteo Salvini, en Italia, y Viktor Orbán, en Hungría. Sin desechar a otros u otras de países como Francia (AN), Alemania (AfD), Austria (FPO), Polonia (PiS), Suecia (SD), Finlandia (Perussuomalaiset) o Reino Unido (Ukip)..., sin olvidarse de España con Vox.

A las puertas de unas elecciones al Parlamento Europeo, Bannon ha pronosticado que una tercera parte de los escaños puedan estar controlados por los grupos de ultraderecha. Todo un peligro de lo que, siguiendo a Katu Arkonada ("Steve Bannon, el mito detrás de los monstruos"), podría dar lugar en el escenario internacional a un trivote lleno de monstruos formado por los Estados Unidos de Donald Trump, el Brasil de Bolsonaro y la Europa que pueda surgir de un nuevo mapa político europeo.

En lo que respecta a nuestro país, también a las puertas de unas elecciones generales, la situación se está tornando altamente peligrosa. La alarma se encendió en diciembre pasado, cuando Vox irrumpió en el Parlamento de Andalucía. Las encuestas siguen proporcionando a este partido unos resultados nada desdeñables. Pero lo que es peor está siendo la modificación que ha provocado en los discursos y los programas políticos de los otros dos partidos de la derecha. El propio Bannon se ha referido a Vox con claridad, del que dice que "ya ha trasladado su conversación al resto de la derecha: partidos como Ciudadanos y PP ya hablan como ellos". 

Hace algo más de una década Susan George (El pensamiento secuestrado. Cómo la derecha laica y religiosa se ha apoderado de estados Unidos. Barcelona, Público/Icaria, 2009) nos alertaba de lo que había estado ocurriendo en EEUU durante los ocho años de George Bush hijo en la presidencia y con una derecha fuerte, aun cuando hubiera sido derrotada electoralmente por Barak Obama en 2008. Profunda conocedora de esa derecha rearmada ideológicamente y profundamente insatisfecha, escribía: "Europa debe tomarse también en serio el desafío ideológico trasatlántico y dejar de seguir el ejemplo cultural de Estados Unidos". 

Parece que hemos aprendido poco o quizás, nada.