sábado, 4 de mayo de 2024

Respeto, reparación y memoria a las 12 víctimas mortales del fascismo en Barbate


Hace unos días se ha hecho público el informe redactado por tres miembros de la 
relatoría especial sobre la promoción de la verdad, la justicia y la reparación de la ONU acerca de la normativa aprobada por parte de tres comunidades autónomas gobernadas por PP y Vox. Dicho informe, todavía no vinculante, ha  sido la primera respuesta a la denuncia formulada desde el Gobierno central después que se hayan aprobado en Aragón, Castilla y León y la Comunidad Valenciana respectivas leyes sobre lo que se ha calificado como de "concordia". Leyes que inciden directamente, de una manera negativa, en la normativa  general española aprobada sobre la necesidad de seguir indagando y reconociendo a las víctimas ocasionadas por el bando sublevado entre 1936 y 1939, y durante la dictadura franquista. En un pasaje del texto se llega a decir que "podrían afectar a la obligación del Estado Español, incluyendo sus poderes y entidades nacionales y/o locales, en materia de derechos humanos, de garantizar la preservación de la memoria histórica de graves violaciones de derechos humanos”.

Teniendo en cuenta la gravedad de lo antes referido, me voy a centrar en el caso que mejor conozco: Barbate. En lo que desde 1938 se conformó como un nuevo municipio tenemos conocimiento documentado de 10 vecinos que fueron víctimas de la represión habida tras el golpe militar de julio de 1936. Personas que fueron asesinadas entre finales de julio de 1936 y el 24 de marzo de 1937.

De 5 sabemos dónde las mataron: Francisco Tato Anglada, Francisco Domínguez Benítez, Francisco López Ramírez, José Utrera Rivera y José Melero Ladrón de GuevaraDe los cinco restantes lo ignoramos. En tres casos disponemos de alguna pista, pero no certezas: Francisco Braza Basallote, Manuel Abel Romero y Francisco Utrera Rivera. En dos, ninguna: Antonio Oliva Ramírez y Juan Porta Crespo. Todos, menos Francisco Tato Anglada, están desaparecidos. Dos fueron fusilados tras un consejo de guerra: José  Melero Ladrón de Guevara y José Utrera Rivera. Los restantes fueron pasto de las patrullas de la muerte. Y a ellos tenemos que añadir otros dos barbateños que, una semana antes del golpe militar, fueron abatidos por las balas de un pistolero fascista: los hermanos Juan  y Manuel Caro Marín, de los que sabemos dónde tuvo lugar el atentado, dónde murieron y dónde los enterraron. Pero ya no están en sus tumbas. 

Éstas son las víctimas, y lo que sabemos, expuesto muy sintéticamente, sobre sus profesiones, y los lugares y las fechas de su muerte:

Manuel Caro Marín: albañil; Barbate; 11-07-1936.
Juan Caro Marín: albañil; Cádiz; 12-07-1936.
Francisco Braza Basallote: agricultor; ¿La Muela, Vejer de la Frontera?; finales de julio de 1936.
Francisco Tato Anglada: farmacéutico; Fuente del Viejo, Barbate; 21-08-1936.
Manuel Abel Romero: maestro; ¿Pino Gordo, Puerto Real?; ¿22-08-1936?
Antonio Oliva Ramírez: marinero; lugar desconocido; septiembre de 1936.
Juan Porta Crespo: mariscador; lugar desconocido; septiembre de 1936.
Francisco Domínguez Benítez: ¿?; Cádiz; 19/21-10-1936.
Francisco Utrera Rivera: almadrabero; ¿El Puerto de Santa María?; 17/18-02-1937.
Francisco López Ramírez: almadrabero; ¿El Puerto de Santa María?18-02-1937.
José Melero Ladrón de Guevara: marinero; Algeciras; 24-03-1937.
José Utrera Rivera: marinero; Algeciras; 24-03-1937.

Les debemos respeto, reparación y memoria.