En la página electrónica de la Coordinadora NO a la mina de uranio pueden verse pormenores acerca de las repercusiones del proyecto presentado por la empresa australiana Berkeley y que cuenta con la aquiescencia de la Junta de Castilla y León, gobernada desde décadas por el PP. Así mismo, se detallan las acciones que están llevando a cabo, tanto legales como movilizaciones, para paralizarlo.
Ya me referí hace casi un año al problema y, derivado de ello, la tala de encinas que se estaba realizando por la empresa ("Hay que paralizar a mina de uranio..."). El peligro de que siga adelante ha hecho que ayer tuviera lugar una nueva manifestación, muy numerosa, a la que acudieron principalmente personas de la capital y de los pueblos más afectados, sin que faltaran de otras provincias. Un buen síntoma, teniendo en cuenta la campaña que tanto la empresa como la administración autonómica han lanzado, basada, como suele ser recurrente, en la falsa promesa de miles de trabajo.
Llama la atención el tratamiento de algunos medios de comunicación, que o bien han reducido el número de asistentes (en algunos casos, a mil personas) o simplemente no han publicado nada sobre la manifestación, como ha hecho La Gaceta de Salamanca, órgano de la derechona conservadora de la provincia y el único diario de papel existente en la provincia.
(Fotografía facilitada desde la Coordinadora No a la mina de uranio)