domingo, 16 de noviembre de 2014

La Bomba, alegato antibelicista de Howard Zinn

Acabo de leer el libro de Howard Zinn La Bomba (Hiru, Hondarribia, 2014). Zinn es un importante y original historiador estadounidense, fallecido hace cuatro años, poco antes d autor, entre otros libros conocidos, de su célebre La otra historia de los Estados Unidos (Desde 14923 hasta hoy), que editó también Hiru en 1999.

La Bomba es un libro muy breve, compuesto de hecho por dos artículos, "Hiroshima: romper el silencio" y "El bombardeo de Royan". Están antecedidos por una Introducción que, intuyo, quedó incompleta, ya que la escribió poco antes de su fallecimiento, y donde explica las razones que le llevaron a escribirlos. Su editor nos aporta el año en que escribió el primero: 1995; el propio Zinn nos indica el año del segundo: 1966. En los dos casos se trata de alegatos antibelicistas desde una postura ética opuesta a la perspectiva vital que lleva a considerar que "las vidas de los demás son menos valiosas que las vidas de los estadounidenses" (p. 65) y, por extensión, de quienes agreden. 

"Hiroshima: romper el silencio" es un relato de lo ocurrido en el verano de 1945 en torno a la decisión última de lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Disecciona con maestría los movimientos que hubo en círculos políticos, militares y científicos para ejecutar la decisión, así como las contradicciones que hubo, incluidas posturas que oscilaron entre la crítica y la franca oposición. Aporta pruebas sobre el carácter claro de advertencia hacia la URSS, en un contexto de "preclima" de Guerra Fría, teniendo en cuenta que Japón no sólo estaba derrotada de hecho, sino inmersa en un proceso de conversaciones con los propios EEUU para su rendición (p. 45 y ss.). En todo caso Zinn es rotundo cuando dice que "cuando se tomó la decisión de lanzar la bomba sobre Hiroshima nuestras mentes ya habían sido preparadas" (p. 65).

En "El bombardeo de Royan" parte de su propia experiencia como piloto de las fuerzas aéreas de EEUU y, más concretamente, en su participación directa en ese episodio. Lo muestra como un caso, entre tantos, que ilustra las decisiones que se toman en los contextos de guerras, donde las vidas humanas pasan a un segundo plano. Demuestra que fue una decisión innecesaria, en la medida que las tropas alemanas apostadas en esa localidad de la costa atlántica francesa estaban esperando la rendición y que quienes además pagaron el precio más elevado fue la población civil francesa. Denuncia los relatos oficiales, que en todo caso no pasan de catalogar lo sucedido como un error, y alude a "factores como el orgullo, la ambición militar, la gloria y el honor" (p. 82).

Zinn no deja de recordarnos que lo sucedido en la Segunda Guerra Mundial ha tenido su continuación en diversas guerras ocurridas hasta nuestros días. Y las de Vietnam, Irak y Afganistán han sido, y siguen siéndolo, ejemplos crueles por el coste tan elevado en vidas humanas y destrucción material.

Su alegato antibelicista e lleva a escribir en un pasaje del libro: "Los pilotos de los bombarderos de hoy están en la misma situación en la que yo estaba, siguen órdenes sin discutirlas, ajenos a las consecuencias humanas del bombardeo que llevamos a cabo (p. 22). 


(Fotografía: http://cooljustice.blogspot.com.es/2010_01_01_archive.html)