viernes, 9 de noviembre de 2012

Desahucios

Dicen que hay unos 500 por día. Como si fueran diez, cien, mil o diez mil. Es lo mismo. Son muchos, es cierto, pero no es un problema de cantidad. Es la constatación de la maldad de un sistema. Es también la perversión de una Constitución tan dogmatizada. De su artículo 47, dentro de los derechos fundamentales, donde reza como "disfrute de una vivienda digna y adecuada". Un derecho dejado en esencia en manos de la iniciativa privada. Las administraciones públicas, y en ellas los ayuntamientos, lo han convertido en las migajas de la especulación urbanística. Pocos lo han priorizado en sus planes de desarrollo urbanístico. La mayoría lo han dejado en manos de bancos, inmobiliarias y constructoras. Ése ha sido el modelo seguido y el que ha generado la burbuja correspondiente. Ha sido la plasmación en nuestro país del modelo de capitalismo financiero llegado a sus últimas consecuencias. La avaricia en estado supremo. Y con ella, como el otro reverso de la moneda, sus víctimas. Quienes están perdiendo su casa. Su derecho. Su fundamento.