domingo, 25 de marzo de 2012

Se puede soñar un poco en Andalucía con los resultados de IU


Hoy me voy a ir a la cama contento. Los temores que tenía -como tanta gente- de un triunfo electoral del PP en Andalucía se han disipado y, ante todo, el excelente resultado de IU.  

El PP no ha conseguido su objetivo: ganar por mayoría absoluta en Andalucía y cerrar, de esa manera, el círculo de gobiernos conservadores en prácticamente todos los ámbitos. Con el 40,6% de los votos se ha quedado lejos de los más del 45% que vaticinaban las distintas encuestas, así como del 45,6% que obtuvo en las generales. Por cierto, una imagen sintomática: ninguna bandera de Andalucía, pero sí rojigualdas y azules, entre la gente que escuchaba en la calle al Arenas compungido tras conocer los malos resultados. En cuanto al PSOE, ha frenado su bajada, quedando en un 39,5%, por encima de las previsiones de las encuestas y de los resultados de las elecciones generales de noviembre (36,6%). Lo más relevante ha sido el crecimiento de IU, que ha alcanzado un 11,4% de los votos, doblando su representación, que ahora va a ser de 12 escaños, y subiendo sobre los resultados de las generales (8,3%). 

De la provincia de Cádiz han salido dos representantes por IU: Ignacio García e Inmaculada Nieto. Sé quiénes son, lo conozco a él y la conozco a ella. Son buena gente y valiosa. Ignacio ya es un veterano en el Parlamento de Andalucía. Ha dado pruebas de sobra de su valía y honradez. Inmaculada se ha forjado en la otra parte de la provincia, el Campo de Gibraltar, donde es concejala en el ayuntamiento de Algeciras. En su haber hay que añadirle su juventud.

Como dije al principio, estoy contento. ¿Por qué negarlo? Por lo ocurrido hoy se ha dado el primer paso, frenar al PP. Queda  mucho por hacer y mayor medida que IU sepa gestionar con inteligencia los resultados. Considero que una parte nada desdeñable de la sociedad le ha prestado los votos para que en esta tierra se pueda hacer otra forma de política. Hecha a la medida de la mayoría y desde la solidaridad. No es momento de detenerse, pero sí de soñar, al menos, un poco. 

Y ahora, el siguiente paso: la huelga general del jueves. Para parar la contrarreforma social del PP.