miércoles, 24 de marzo de 2010

La lideresa

La llaman la lideresa. Fue una chica bien, de una familia bien, que, por parte de madre, tuvo una oveja negra, por rojo, homosexual y no sé si poeta (quién sabe), en Jaime Gil de Biedma (recordad, "la más triste historia es la de España"). Estudió, entre otros, en el Instituto Británico, de gente bien, e hizo la carrera de la gente bien, la de Derecho, lo que le permitió aprobar unas oposiciones del cuerpo de técnicos de Información y Turismo. Acabó casándose bien, con un chico aristócrata, el conde de Murillo, y me imagino que de la unión habrá salido una descendencia bien. 

Como chica bien fue, claro, de ucedé, el partido de Suárez,  y llegó a tener por entonces sus carguitos en las altas instancias de algunos ministerios. Perteneció a la tendencia liberal de ese partido, abandonándolo cuando acabó como el rosario de la aurora. Fue miembro de la uele (Unión Liberal), que en las elecciones de 1982 se presentó en coalición con apé (Alianza Popular, el de Fraga y compañía) y el pedepé (Partido Democrático Popular, de ex ucedeístas democristianos como Alzaga). Luego del peele (Partido Liberal, el del empresario Segurado). Con el tiempo los miembros de estos partidos y los restos de la ucedé acabaron formando el pepé, formalmente refundación de apé. En este ambiente fue donde la lideresa empezó a foguearse políticamente y escalar en puestos y categorías. Primero, como concejala en Madrid (peele, apé y pepé), desde donde dio el salto en 1996 al Senado y al ministerio de Educación (donde empezó el primer asalto contra la logse, en nombre de la enseñanza bien, claro); en 2000 llegó a la presidencia del Senado; y en 2003, a la de la Comunidad de Madrid, tras lo del tamayazo y demás compras de votos.

Ha querido ser una émula de Margaret Thatcher, por lo de la ortodoxia liberal (no sé si por lo de poner cara de dura, que no le acaba de ir), y hasta llegado a ser nombrada dama del imperio británico, aunque no sé si por méritos políticos o por ser condesa consorte de Murillo. Sin embargo, en la política se ha quedado por ahora en el centro geográfico de la Península. Son frecuentes las peleas con Gallardón, el otro gallito del centro, el geográfico, y mantiene un pulso en la distancia con el llamado con mala leche "maricomplejines" por los duros de la derecha (tipos como Losantos), es decir, Rajoy. Con los dos mantiene una relación de amor-odio que no se sabe cómo va a acabar.

Bueno, pues el caso es que la lideresa (que suena a una marca de mahonesa), presentando con el Seve (Ballesteros, no mi querido hermano) la candidatura de la raider cap 2018 de golf (lo que gusta en Madrid presentar candidaturas que luego se chafan), ha salido ayer con una frase que debe quedar para la posteridad: la "hispanich armada" (así la transcribo, aunque podía hacerse también un poco a la inglesa: "spanish aarmada"; la r la he achicado adrede). Por cierto, se ha declarado practicante de ese deporte, lo que le va bien a su condición de gente bien. Pronunciation aparte (mira que no me gusta la manía de tanta gente de reírse de las pronunciaciones, pero viniendo de una chica con una formación bien...), ¿a qué se habrá referido con lo de la armada española? Me explico, a finales de los 90 surgió una generación de tenistas (los Corretja, Moyá, Costa, Ferrero y demás) que empezaron a deslumbrar por las pistas del mundo y llegaron a ganar incluso la primera copa deivis en 2000. Pero en golf...