jueves, 26 de abril de 2018

Los tarros de crema de Cifuentes

¡Vaya nido que es la Comunidad de Madrid! La corrupción instalada hasta en el último rincón. Sólo en sus cúspide, dos presidentas y un presidente abandonando sus cargos. Una, llegando al sillón previo pago a dos asambleístas del PSOE, haciéndose la tonta y viendo cómo su dos alfiles principales acabaron dando con sus huesos en la cárcel. El otro, sustituyéndola después de que dimitiera por lo que le rodeaba y de paso mirando para otro lado como si con él no fuera la cosa. La tercera, con cara de regeneradora, abominando de quienes la antecedieron. Y falta el antecesor de la primera, que sentó las bases, pero... Si el segundo, ahora excarcelado, lo tiene crudo en próximos juicios, la primera, por ahora, se está librando. La regeneradora, por su parte, tuvo que dejarlo después de un mes de un ridículo ajeno espantoso. Aferrada a su puesto y riéndose hasta más poder de la gente, pese a las evidencias de privilegiada, tramposa y mentirosa por lo de su máster, ha tenido que ser un descuido con dos tarros de crema que cometió hace años en un supermercado (como lo del "sin querer queriendo" del Chavo) lo que ha llevado a los fontaneros del poder a hacerlo público. En el paisaje, sólo en este, tramas de corrupción, con bosques de Gürtel, Púnica, Lezo... que vaciaban el patrimonio y las arcas públicas para beneficiar.