martes, 13 de febrero de 2018

Rememorando a Els Comediants y su Sol, solet






















Ayer vi en La 2, dentro de "Los imprescindibles", un programa que me retrotrajo a 1979. Dedicado al grupo Els Comediants, reviví el espectáculo con el que un día de primavera nos sorprendieron a miles de personas por las calles de Salamanca. Teniendo ese curso las clases por las tardes, al acabar la jornada nos topamos en la misma Plaza de Anaya, entonces el corazón universitario de la ciudad, con una tropa de músicos y saltimbanquis. Iban ataviados con trajes y disfraces, a cuáles más variopintos, con la figura del sol como centro de referencia. Dejándonos llevar por su música y sus movimientos, una riada de gente se fue formando a lo largo de la calle la Rúa hasta llegar a la Plaza Mayor. Como colofón, varios de sus componentes, en forma de cabezudos y representando los poderes fácticos municipales, nos ofrecieron el correspondiente saludo desde el balcón principal del Ayuntamiento.


Era la primera primavera tras las elecciones municipales habidas casi dos meses
antes. Las elecciones que trajeron aire fresco a muchas ciudades y muchos pueblos del país después de la larga noche del franquismo. Salamanca, como en tantas otras capitales, conoció el triunfo de las candidaturas del PSOE y el PCE, que juntas gobernaron durante cuatro años. El episodio que protagonizaron Els Comediants, representando la obra Sol, solet, vino a simbolizar lo que ese año supuso para mucha gente. Una esperanza que albergaba el deseo de cambiar muchas cosas, aun cuando lo que fue llegando años después, tras la hegemonía del primero de los partidos antes citados, acabara siendo un fiasco.

En el programa de televisión emitido ayer, realizado cuatro años antes, se hizo un repaso de las cuatro décadas de historia de la compañía. De los objetivos iniciales, todavía en el franquismo, de hacer algo diferente con respecto al teatro tradicional, fundiendo, con representaciones muy abiertas a la gente, la música, el circo, el teatro, la danza... Un tipo de espectáculo muy mediterráneo, por su enmarcamiento en las calles y las plazas para llenarlas de colores, sonidos, luces, movimientos...

Fue tal la emoción que me llenó ese día, como le ocurrió a mis compañeros de clase y a tanta gente que lo vivió, que hasta le dediqué unos versos. Helos aquí.


Día de luz, sol y alegría

Sencillamente 
bueno, bello y divertido.
Color,
luz,
alegría,
sombras, 
penumbra,
melancolía,
sol,
luna,
estrellas,
mar,
tierra,
aire,
árboles,
flores,
plantas,
día,
noche,
lluvia,
frío,´
calor,
amor,
corazón, 
aventura,
risas,
palmas,
gritos,
baile,
música,
tambor...
y ese día
la gente,
engalanada con aire de fiesta,
se despidió del viaje
y esperó la llegada del sueño
de una manera distinta.
¡Que vuelvan els comediants!
¡Qué vuelvan otros sol solet!
Porque ese día
el aire se vistió de fiesta
y respiró alegre de alegría.

(22-05-1979)