jueves, 15 de diciembre de 2016

El rescate de autopistas privadas

Se puede decir que es el colmo de la desfachatez. También, que no es la primera vez que se hace. Pero así es: el gobierno tienen previsto rescatar varias autopistas privadas por valor de, al menos, seis mil millones de euros. Unas obras de infraestructuras de transportes que tienen la misma naturaleza que la de tantas otras obras públicas civiles (recuérdense los aeropuertos, las vías de trenes de alta velocidad o los recintos faraónicos para eventos) como de viviendas. Una muestra más de la realidad de la burbuja especulativa vivida en este país, que alcanzó su paroxismo en los años del aznarato. Ahora, las empresas privadas participantes han conseguido socializar las pérdidas. Antes las expropiaciones correspondientes supusieron beneficios suculentos después de haberse sobredimensionado su valor. Falta por saber los dineros desviados al partido, a los bolsillos y a las cuentas en el extranjero, pues todo ello se encuentra en las entrañas de las tramas conocidas. Mientras tanto, se sigue hablando de recortes en servicios básicos, siguen sin ayudar a quienes han perdido sus viviendas, siguen degradando las condiciones laborales, siguen abaratando la mano de obras, siguen forzando a la emigración exterior a quienes no tienen empleo, siguen desperdiciando la mano de obra cualificada formada, siguen reprimiendo las protestas... Todo va a peor para la mayoría.